A juicio del viceconsejero de Protección del Medioambiente de la Ciudad, con esta instalación se han conseguido los objetivos perseguidos por el Ejecutivo local.
“El presupuesto destinado al mantenimiento del Campo de Golf no me parece desorbitado”, comentó el viceconsejero de Protección del Medioambiente de la Ciudad Autónoma, Guillermo Merino, el pasado viernes, con ocasión de una actividad realizada el pasado fin de semana.
Con esta afirmación, el viceconsejero sale al paso de las críticas del PSME que acusó al Ejecutivo local de invertir más de 800.000 euros en gastos de mantenimiento de estas instalaciones deportivas.
Merino prosiguió diciendo que “yo desconozco la cifra concreta que se invierte en cubrir los costes ocasionados por estas instalaciones, ya que no pertenece a mi área”, aunque el viceconsejero matizó que “se ha alcanzado el objetivo que se perseguía con la construcción de este Campo de Golf, accesible para todos los melillenses que quieran practicar este tipo de deporte, siendo un ejemplo de ello el funcionamiento de la escuela que enseña a los más pequeños este deporte”.
Entre otras funciones, a juicio de Merino, el Campo de Golf cumple, además de la meramente deportiva, la de atractivo turístico, puesto que “ya han pasado por la ciudad algunos visitantes que tuvieron interés en acudir a estas instalaciones”.
Desde el punto de vista medioambiental, “este patatal abandonado lleno de escombros y basura, se ha convertido en una de las joyas de la corona del medioambiente de la ciudad y en el que plantamos miles de ejemplares de toda clase cada año”, incidió el viceconsejero de Protección medioambiental de la Ciudad Autónoma, Guillermo Merino.