La procesión de la imagen del Hipódromo hizo su recorrido oficial, con la tradicional parada frente a la casa de Carmen Leal y también frente a la Asociación Hermandad y a la federación de Pesca.
Melilla y sus gentes del mar cumplieron ayer con su tradición marinera y acompañaron, un año más, a la imagen de la Virgen del Carmen, de la Asociación de Vecino Hipódromo, en su recorrido desde la iglesia de San Agustín, en El Real, hasta la mar, donde embarcó para ser custodiada por una treintena de barcos –en su mayoría de recreo– mientras recorría la costa melillense.
Los actos se iniciaron con el traslado de la imagen desde la sede de la Asociación Hipódromo hasta la iglesia de El Real, donde se ofició una misa, ante inumerables personas.
A los pies del templo esperaba la Banda de Cornetas y Tambores de la Asociación y una escuadra de Gastadores que encabezaría posteriormente el paso de la Virgen, además de una dotación de la Policía Local, formada por unos diez agentes, que se encargaron de desviar el tráfico rodado al paso de la procesión.
Más de un centenar de personas acompañaron el recorrido de la Virgen, que cumplió un año más con la tradicional parada ante el domicilio de Carmen Leal, la viuda de Francisco Gil, un vecino melillense que cumpliendo con el deber de todo buen marinero, se lanzó al mar para salvar la vida de un joven, aunque el fatídico destino acabó con la vida de ambos.
Tras la entrega del ramo de flores de Carmen Leal a la Virgen y una corona en recuerdo de su esposo para que fuera lanzada al mar, la procesión siguió camino hacia la playa, aunque de nuevo, volvió a realizar una parada, en esta ocasión frente a la sede de la Asociación Hermandad Cultural Virgen del Carmen y la Federación Melillense de Pesca.
Allí se fundieron en un emotivo abrazo los presidentes de las estas entidades con los de la Asociación de Vecinos Hipódromo y los de Corea junto a los aplausos de muchos socios y vecinos que se encontraban en la zona y los gritos de “¡guapa, guapa, guapa!” dedicados a la Virgen.
Tras ello llegó el momento crucial de todos los días del Carmen, el embarque de la Virgen, que fue seguida por varios centenares de melillenses que no dudaron en acompañar a la imagen hasta el barco que la esperaba cerca de la orilla para iniciar su recorrido por la costa melillense. Durante este recorrido, la Virgen fue custodiada por una treintena de barcos, en su mayoría de recreo.
Al finalizar la travesía, y de vuelta al mismo punto donde había sido embarcada, los vecinos de Corea recogieron la imagen y la trasladaron hasta el bar ‘Aragón’ donde, de nuevo, se volvió a vitorear a la Virgen.
Ya sólo quedaba el viaje de vuelta de la imagen hasta su templo, en la sede de la Asociación Hipódromo y que en esta ocasión fue portada por las mujeres , también cumpliendo con la tradición. Sin embargo, muchas de ellas expresaron ayer su malestar, al no habérseles permitido realizar, como otros años, recoger a la Virgen a su salida de la mar y hacer todo el recorrido de vuelta.
Esta fue la única nota discordante de la tarde noche de ayer, que sin embargo no logró empañar una fiestas que se celebra por todo lo alto en muchos puntos de Melilla.
Así lo recordó la viceconsejera del Mayor y Relaciones Vecinales, Carmina San Martín, que un año más acompañó a la Virgen, junto al consejero de Seguridad Ciudadana, Javier Calderón. “Melilla es una ciudad de cara al mar, que siempre ha tenido una tradición marinera y que se hace patente todos los 16 de julio. Este año se ha celebrado, además de en Hipódromo y Corea, también por la Hermandad Virgen del Carmen y en la Asociación de Vecinos Rusadir, antiguo barrio de El Carmen”.
Muchos actos emotivos
La procesión de la Virgen del Carmen, como todo los años, volvió a recordar a Francisco Gil, y lo hizo ante la casa de su viuda, que un año más esperaba el paso de la imagen para entregar su ramo de flores y su corona en recuerdo de su marido que falleció en 1986.
También estuvo cargado de emoción el encuentro con la Asociación Hermandad Virgen del Carmen, que este año, después de seis sin poder hacerlo, paseó su imagen en la procesión nocturna de la festividad del día del Carmen.
Allí se concentraron muchos socios y vecinos y junto a la ofrenda floral, también se pidió el favor de la Virgen para una pequeña, que sorprendida por los vítores de los asistentes rompió a llorar.