En SOLO tres días han llegado a la ciudad dos embarcaciones con migrantes que accedieron de manera irregular. En total, entre las dos, han sido 31 hombres adultos, de distintas nacionalidades quienes han conseguido pisar suelo español y europeo.
Pero durante todo el 2021, el Ministerio de Interior contabilizó la llegada cinco pateras a la ciudad, mientras que en los nueve días que llevamos de año ya han arribado dos.
Además, por vía marítima el año pasado llegaron a nuestra ciudad 39 personas, según Interior; y este año ya van 31, de acuerdo con los datos confirmados por la Delegación del Gobierno.
El arribo de estas pateras y el refuerzo constante de la seguridad en el perímetro fronterizo son señales de la gran presión migratoria que se vive. Durante los días de Navidad y Año Nuevo fueron frecuentes los intentos de saltos a la valla que tuvieron que ser contenidos por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado con colaboración de las autoridades marroquíes.
Quienes se suben en una embarcación o intentan saltar la valla son personas que vienen huyendo de conflictos en sus países y que han dejado todo por ser conseguir una oportunidad de vida en Europa.
Se enfrentan a decenas de obstáculos con un solo objetivo, llegar al viejo continente para intentar cambiar sus vidas.
Pero Melilla, este enclave español en África, no puede seguir soportando la presión migratoria a la que se enfrenta. Necesita de la atención del Gobierno central y de Europa porque, no hay que olvidar, que también somos frontera sur.
Por años, desde las asociaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han solicitado refuerzos, una demanda que no pierde vigencia.
Melilla necesita estar preparada porque, en solo tres días, llegaron dos embarcaciones a la ciudad, sin olvidar que a medidos de diciembre arribó otra.
Somos frontera sur de Europa y el continente tiene que vernos y prestar atención ante la constante presión migratoria a la que nos enfrentamos.