La ciudad ha vuelto a la normalidad después de que finalizara el mes vacacional por excelencia y la Feria haya echado el cierre, la primera fiesta grande de Melilla en dos años como consecuencia de la pandemia que, además, ha salido bastante bien a decir de la generalidad de las personas que han disfrutado de ella en estos últimos días.
Los estudiantes, en su casi totalidad, han empezado el curso; apenas si quedan algunos universitarios por integrarse a las clases y todo parece haber vuelto a la normalidad.
Uno de los signos de que Melilla ha entrado en la rutina de siempre es que las playas están vacías. Se ven bonitas tan solitarias, están más limpias y el mar se ha vuelto de nuevo cristalino por la falta de bañistas. Así es como las prefieren muchos melillenses, que destacan el silencio que se respira y que permite hacer el ejercicio diario con mayor concentración.
Y con la rutina llega también el inicio del curso político que, esta vez, viene con el suplemento de tener unas elecciones municipales y autónomicas a la vuelta de la esquina, concretamente en ocho meses. Esa circunstancia va a hacer que los enfrentamientos entre Gobierno y oposición, y los discursos de unos y otros se radicalicen.
La larga precampaña electoral que nos espera se pondrá en marcha, sobre todo, a raíz del 24 de septiembre, cuando el PP celebre su XIII Congreso Regional, cuya asamblea para elección de compromisarios y ratificación de candidatos se celebró durante todo el día de ayer en el Hotel Tryp Melilla Puerto con una altísima participación de los militantes.
Como cabía esperar a tenor de los resultados en el proceso de presentación de avales, Juan José Imbroda venció en las urnas internas a su contrincante Javier Lence y se sitúa como el virtual presidente regional del partido para los próximos cuatro años y eso es tanto como decir que será el cabeza de lista de los populares en esas elecciones de mayo de 2023. Madrid confía en que Imbroda gane el Gobierno melillense para el PP, organización que tiene claro que solo llegará a La Moncloa si es capaz de superar los comicios municipales y autonómicos, como tradicionalmente le ha sucedido en convocatorias electorales anteriores.
Con los resultados obtenidos a nivel de partido, Imbroda sale muy reforzado, renovando un liderazgo que ejerce desde hace 20 años en Melilla sin que, al menos de momento, tenga quien le haga sombra en el seno del PP.