Nuestra ciudad demostró ayer que la ópera sí es para todos los públicos. El Teatro Kursaal se llenó de personas de todas las edades que acudieron a la primera puesta en escena de 'El Barbero de Sevilla', una súper producción en la que participan más de 80 personas.
Melilla vibró ayer con las voces de los solistas y los coros que representaron ante un Kursaal casi lleno la obra por excelencia de Gioacchino Rossini: ‘El Barbero de Sevilla’. La ópera tiene un gran público en nuestra ciudad y, lejos de lo que dictan los tópicos, anoche se pudo comprobar que está integrado por personas de todas las edades.
Como en toda ocasión especial, los melillenses sacaron sus mejores prendas del armario para asistir a la primera puesta en escena de esta súper producción, que está de visita en la ciudad.
La ópera logró envolver a los espectadores desde el primer momento, cuando el telón todavía no había sido levantado y, con las luces ya apagadas, la orquesta encandiló al público tocando las primeras notas bajo la dirección musical de Constantin Rouits.
El Kursaal se llenó de magia nada más dar comienzo el espectáculo. Un elaborado decorado, con la Giralda estampada al fondo, logró trasladar anoche a cientos de espectadores a la hermosa Sevilla del siglo XVIII.
Así empezó la puesta en escena de la historia del viejo doctor Bartolo, quien está empeñado en casarse con su pupila Rosina. Sin embargo, ella está enamorada del joven Conde Almaviva. De ahí la importancia de la complicidad del barbero Fígaro, que ayuda al conde a presentarse disfrazado de varias maneras en casa de Bartolo.
Segunda función
Las personas que ayer no pudieron disfrutar de la puesta en escena de ‘El Barbero de Sevilla’, de la compañía Ópera 2001, hoy tendrán una segunda oportunidad para presenciar la que será la última representación de esta obra en Melilla. Todavía quedan algunas entradas a la venta.