La primera vez que se sorteó la lotería en Navidad fue el 18 de diciembre de 1812 en Cádiz, y el primer premio gordo fue a parar al número 03604. Entonces el precio del billete era de cuarenta reales con un premio de cuatro mil pesetas. Desde entonces, aunque la primera vez que se le llamó Sorteo de Navidad no fue hasta el 23 de diciembre de 1892, se ha convertido en uno de los eventos más esperados del año en España.
Son, por lo tanto, 213 años los que viene celebrándose este sorteo y, hasta el momento, Melilla nunca ha tenido la suficiente fortuna para que le toque el Gordo.
Varios factores pueden influir en ello. En primer lugar, que la proporción de sus habitantes respecto al conjunto de España es ínfima. Si tomamos los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el conjunto del país la población a día 1 de octubre era de 48.946.035 habitantes, mientras que la ciudad autónoma cerró junio con una población de 86.332 personas. Ello supone que el porcentaje no llega siquiera al 0,18 por ciento
Esa es la primera razón de peso, pero no la única. Existen localidades españolas más pequeñas que Melilla donde ha caído el Gordo. Sin embargo, y aquí llega el segundo motivo, probablemente compren más décimos que los melillenses. De hecho, frente al gasto realizado por habitante en Castilla y León, de 115,81 euros por habitantes, e incluso frente a la media nacional, que es de 73 euros, en la ciudad autónoma cada persona sólo gasta 17,51 euros de media, lo que la sitúa a la cola de todas las autonomías.
Las razones por las que los melillenses no fían su suerte a lo que pueda suceder en el sorteo de Navidad son diversas, pero, mientras tanto, las ventas de décimos en el conjunto del país subieron un 5,63 por ciento respecto a 2023.
El gasto ciudadano este año ha alcanzado este año los 3.505 millones, que, aunque pueda parecer poco si se compara con el Producto Interior Bruto (PIB) del país, que es de algo más de 1,5 billones, no lo es tanto. Para hacernos una idea, el Gobierno destinó a la Comunidad Valenciana 700 millones para ayudar en el último episodio de la DANA, que es aproximadamente la misma cantidad que recauda el Ejecutivo por la lotería de Navidad, ya que se repartieron algo más de 2.700 millones. Si se tiene en cuenta que el Gobierno también se queda en impuestos con el 20 por ciento de los premios que superen los 40.000 euros, al final, supone este sorteo supone un buen botín para las arcas públicas.
Para los melillenses, si se animan, queda El Niño o, si no, esperar al año que viene.