Este domingo supone el comienzo oficial de la Semana Santa de 2025 con el Domingo de Ramos, que conmemora la entrada triunfal de Jesús de Nazaret en Jerusalén en medio de una multitud que lo aclama y lo reconoce como el Mesías. Según los Evangelios, Jesucristo entró montado en un asno, como Príncipe de la Paz. Según los estudiosos, habría escogido un caballo si hubiese querido simbolizar la guerra. A continuación, la gente depositó sus mantos y ramas de árboles delante de él. Por eso, en esta fecha los católicos acuden a las iglesias para bendecir sus palmas.
Es un día, por lo tanto, de los más especiales para la cristianos, pero en Melilla, por desgracia, ya es el segundo año que la lluvia impide procesionar los tronos de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, más conocido como ‘La Pollinica’, y de la Virgen de Gracia y Esperanza.
No ha sido la única localidad en España donde ha sucedido esto. En diversos puntos de las provincias de Alicante y Murcia ha ocurrido lo mismo y en otros lugares la procesión ha debido ser atrasada hasta la tarde para que pudiera llevarse a cabo.
De hecho, suele pasar en el levante español que, cuando la Semana Santa cae en abril, hace peor tiempo que cuando se celebra en marzo, por lo que en múltiples ocasiones han tenido que suspenderse procesiones en toda la zona.
Por contra, el Papa Francisco, aunque sigue convaleciente por sus problemas de salud, sí que ha aparecido en la silla de ruedas y sin las cánulas nasales para el oxígeno y ha querido saludar a los fieles después de la celebración que marca el inicio de la Semana Santa. Desde el altar del centro de la plaza, ha hablado brevemente y ha deseado un "buen Domingo de Ramos, buena Semana Santa".
Ahora sólo cabe esperar que la meteorología dé una tregua durante lo que queda de semana para que la gran fiesta de los cristianos junto con la Navidad -la muerte y el nacimiento del Señor, respectivamente- no se vea aún más estropeada.