La Consejería de Políticas Sociales y el Ingesa han informado de que son 10 las personas que se suman a los contagiados por Covid-19 en la ciudad. La buena noticia es que no hay ningún fallecido, aunque también hay otra parte negativa en estas cifras y es que no se registra a ningún curado en la jornada de ayer. En total, hay 377 personas con el coronavirus activo en estos momentos.
Otro dato que no es positivo y que indica la tendencia de crecimiento de contagios es que hay una persona más ingresada en el Hospital Comarcal, ya que hay 14 enfermos ingresados, estando dos de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
En cuanto a la pruebas realizadas, en la jornada del miércoles se realizaron 278, de las que 95 fueron PCR, 183 test de antígenos y ninguna de anticuerpos.
Por otro lado, los datos globales son que Melilla ha tenido un total de 4.705 casos positivos desde el inicio de la pandemia, siendo 44 las personas que han fallecido. El total de curados en estos meses ha sido de 4.284 personas.
Por otro lado, desde el inicio de la pandemia se han practicado un total de 58.187 pruebas, de las que 27.677 son PCR; 17.382 son test de antígenos; y 13.128 test de anticuerpos.
A nivel nacional
España recibirá en los próximos siete o diez días las primeras dosis de la vacuna de Moderna y la previsión que ha hecho el ministro de Sanidad, Salvador Illa, es que en las próximas seis o siete semanas se reciban 600.000 dosis.
En una rueda de prensa en la delegación del Gobierno en Cataluña ha explicado que la llegada de esta nueva vacuna no altera el plan de vacunación fijado y se seguirá vacunando a los ciudadanos en función de los grupos poblacionales ya establecidos, empezando por los mayores y el personal sanitario de primera línea.
Illa que ha mostrado "muchísima preocupación" por la evolución de los datos de la pandemia, ha restado importancia a los distintos ritmos de vacunación que existen entre las comunidades autónomas y se ha mostrado convencido de que todas están trabajando con el objetivo puesto en acelerar lo más posible el proceso.
Unas más rápido que otras, pero todas alcanzaran "la velocidad de crucero" porque "esto es una carrera de fondo no un sprint", ha señalado Illa al asegurar, además, que mantiene su pronóstico de que en torno al verano un 70 por ciento de los españoles habrán sido inmunizados.
La vacuna de Moderna, que funciona con dos dosis y cuesta menos de 30 euros, tiene la ventaja de que puede almacenarse en neveras convencionales incluso por encima del punto de congelación, mientras que la de Pfizer requiere sofisticados congeladores para mantenerla por debajo de los 70 grados bajo cero.
Esta vacuna, que fue autorizada este miércoles por la Agencia Europea del Medicamento, se trasladará a un almacén central del ministerio y de ahí se distribuirá "proporcionalmente y equitativamente a las comunidades autónomas", ha dicho.
Los laboratorios Rovi tienen ya preparada su planta en San Sebastián de los Reyes (Madrid) para comenzar a producir la vacuna de Moderna, que no fabricará el principio activo, sino que se encargará de producir viales, descongelar, envasar y etiquetar el suero.
Lo hará en una línea de producción con la que prevé generar "cientos de millones de dosis" del antídoto ARNm-1273 de Moderna, que en los ensayos clínicos ha demostrado una eficacia del 94,5%.
Sobre la posibilidad de retrasar la segunda dosis de la vacuna de Pfizer, como han decidido en Reino Unido, Illa ha insistido en que en España se va a seguir "estrictamente las recomendaciones del propio fabricante" y, por tanto, no se ha mostrado partidario de retrasarla.
En el caso de la vacuna de Pfizer la segunda inoculación se tiene que suministrar como mínimo 21 días después, y aunque no pasa nada si son 22, 23 o 24 días, ha contado el ministro, la inmunidad no se adquiere hasta ocho días después de haber recibido la segunda dosis.