Este sábado por la mañana, el centro de Melilla se convirtió en un animado punto de encuentro para decenas de familias que acudieron a disfrutar de una jornada dedicada exclusivamente a los más pequeños. Desde las 11:30 hasta las 14:00 horas, la calle Chacel fue el escenario de una completa programación de actividades infantiles organizada por la Asociación Zona Centro. El objetivo principal fue crear un ambiente festivo, accesible y seguro para los niños, al mismo tiempo que se dinamizaba la vida comercial y social de la zona.
Dirigida a menores a partir de los tres años, la actividad se estructuró en diferentes espacios temáticos que ofrecieron desde juegos tradicionales hasta propuestas más creativas. Entre las atracciones destacaron los juegos de gran formato, como el tres en raya gigante, la oca gigante o el ajedrez, que no solo captaron la atención de los niños, sino que también invitaron a la participación familiar. Estos juegos fomentaron la interacción entre los asistentes, convirtiendo la mañana en un espacio de aprendizaje lúdico y convivencia.
Uno de los puntos más concurridos fue la zona de pintacaras, donde los niños pudieron dejar volar su imaginación transformándose en animales, personajes de fantasía o figuras de sus historias favoritas. Esta propuesta artística les permitió expresarse libremente a través del color, en un entorno amigable y lleno de entusiasmo.
La iniciativa ofreció a las familias una oportunidad ideal para disfrutar del centro urbano desde una perspectiva distinta. Mientras los niños jugaban y participaban en las actividades propuestas, los adultos pudieron aprovechar para pasear, hacer compras o simplemente relajarse en las terrazas y cafeterías de la zona. Esta combinación de ocio infantil y dinamización del entorno comercial refuerza el papel del centro como un lugar de encuentro para toda la comunidad.
El evento, promovido por la Asociación Zona Centro, forma parte de un plan más amplio de revitalización del casco urbano, con el propósito de convertirlo en un espacio más atractivo, vivo y funcional tanto para residentes como para visitantes. A lo largo del año, este tipo de iniciativas se han consolidado como herramientas clave para fortalecer la relación entre el comercio local y la ciudadanía, a través de propuestas accesibles, gratuitas y pensadas para todas las edades.
Durante toda la mañana, el flujo constante de familias fue una muestra del interés creciente por este tipo de actividades. La afluencia de público no solo respondió a la variedad de propuestas, sino también a la facilidad de acceso y a la ambientación festiva que reinó en toda la calle. La disposición del espacio, la atención a la seguridad y la amabilidad del personal encargado contribuyeron a generar una experiencia positiva para todos los asistentes.
Esta jornada se suma a otras muchas celebradas recientemente en el marco de las campañas de dinamización del centro, que incluyen desde talleres creativos hasta espectáculos y animación callejera. Cada actividad está cuidadosamente diseñada para atraer al público familiar, incentivar el consumo responsable en los comercios locales y, al mismo tiempo, ofrecer momentos de calidad a niños y adultos en un entorno urbano que apuesta por la cercanía y la participación. Además, el tiempo soleado permitió a niños niños disfrutar de actividades al aire libre.
Por medio de este tipo de iniciativas, el centro de Melilla continúa viéndose como un punto de referencia para el ocio familiar y la convivencia ciudadana. La acogida positiva por parte del público refuerza la importancia de seguir apostando por actividades que impulsen la participación social, promuevan el uso del espacio público y contribuyan a dinamizar la vida urbana. La combinación de propuestas lúdicas con el entorno comercial ofrece una fórmula efectiva para seguir atrayendo a familias y mantener viva la actividad en el corazón de la ciudad.