Lo aprobó el Congreso de los Diputados en función de la población de la ciudad.
El Boletín Oficial de las Cortes Generales publicó el pasado 28 de diciembre una subvención de ocho millones de euros que concede la Secretaría General de Coordinación Autonómica y Local a repartir entre Melilla y Ceuta.
Ese dinero está destinado a sufragar los costes del funcionamiento de las plantas desalinizadoras instaladas para el abastacimiento de agua.
El reparto de la partida presupuestaria se ha hecho en función del número de habitantes de cada una de las ciudades autónomas según el padrón de la población municipal vigente el 1 de enero del año pasado.
Así, a Melilla le corresponden 3,90 millones de euros y a Ceuta, algo más (4,10 millones).
La ampliación, para este año
El Gobierno autonómico ha anunciado la posibilidad de que este año se inicien las obras de ampliación de la planta desaladora de Melilla.
El proyecto del cuarto módulo debió haber empezado el año pasado, pero la crisis, la deuda con la empresa que ha hecho los tres módulos anteriores y la adjudicación de una partida de emergencia para solucionar una avería en la planta obligó a aplazar el inicio de los trabajos.
La ampliación del cuarto módulo se une a las obras de la planta de tratamiento. Esta última permitirá mejorar la calidad del agua procedente de los pozos y del pantano de las Adelfas y en ella se han invertido 2,8 millones de euros.
En total, entre la desalinizadora y la planta desalobradora se tratarán unos 30.000 metros cúbicos diarios, que es la cantidad que se demanda en la ciudad autónoma, con una calidad óptima.
Con la ampliación del cuarto módulo de la desaladora aumentará la capacidad de tratamiento de agua salobre hasta 10.000 metros cúbicos al día. Esta cantidad, sumada a los 20.000 metros cúbicos diarios que ya produce la planta, hará que se traten los 30.000 metros cúbicos diarios que necesitan los hogares de la ciudad.
Actualmente la planta desalobradora recibe 3.000 metros cúbicos de agua diarios de la balsa de las Adelfas y podrá tratar diariamente los 7.000 metros cúbicos de agua extraídos de pozos.
Las deudas frenan el cuarto módulo
A principios de noviembre pasado el consejero de Medio Ambiente, José Ángel Calabuig, explicó a El Faro que Melilla no tendría el cuarto módulo de la desaladora hasta que los dirigentes ministeriales y la empresa que gestiona la planta llegasen a un acuerdo para el pago de la deuda de la instalación de los otros tres módulos, que dejó sin pagar el Gobierno socialista. Ésta era en 2006 de nueve millones de euros, a los que hay que sumar los intereses acumulados en los seis últimos años. Estamos hablando de una cifra final de 12 millones de euros.
En los Presupuestos Generales del Estado para 2013 y, en previsión para los de 2014, hay dos partidas reservadas para Aguas de 4,8 y 5,2 millones, respectivamente. Con esos 10 millones de euros, el Ministerio podría saldar la deuda con la empresa de la planta desaladora renegociando intereses y plazos a cumplir.