El Hospital del Rey ha acogido la primera de las jornadas programadas del II Convenio de Faro, un encuentro que reúne a representantes de todas las comunidades autónomas y del Ministerio de Cultura para impulsar el valor del patrimonio cultural para la sociedad. Este año, Melilla, que ha sido la anfitriona de esta segunda edición, ha presentado la riqueza patrimonial del barrio del Rastro, como símbolo de esta diversidad cultural.
La consejera de Cultura, Patrimonio Cultural y del Mayor, Fadela Mohatar, ha expresado su máximo agradecimiento al Ministerio de Cultura y a la organización del Convenio de Faro por elegir Melilla como sede para el encuentro. "Es una oportunidad de poder mostrarnos y poder enseñar esta realidad de la ciudad, alejada de esos estereotipos que dibujan una opinión de Melilla ciertamente a veces distorsionada porque es una ciudad que tiene un patrimonio material e inmaterial desbordante".
En ese sentido, la también portavoz del Gobierno ha explicado que, durante el Convenio de Faro, la Ciudad podrá mostrar cómo cuida del patrimonio arquitectónico e histórico de Melilla, además de esa "interculturalidad que nos caracteriza". Así, ha manifestado que desde Melilla se trabaja "día a día" para poder preservar "una riqueza de primer orden" como es la diversidad cultural.
Por su parte, Carmen Cabrera, subdirectora adjunta de Gestión y Coordinación de los Bienes Culturales, ha puesto de relieve que el Convenio de Faro es, más allá de una jornada informativa para las autonomías y administraciones, un punto de encuentro para "conectar" con otras entidades e iniciativas privadas que parten de la ciudadanía y que "ponen en valor este convenio".
Para la representante del Ministerio de Cultura no hay "lugar más idóneo" para celebrar el Convenio de Faro que Melilla, una ciudad que "brilla por su diversidad cultural, por ser un lugar para impulsar la cohesión social y el diálogo intercultural", que son, al fin y al cabo, las líneas de trabajo del Convenio de Faro. "Desde el Ministerio estamos encantados y agradecemos mucho a Melilla que se haya ofrecido para acoger este segundo encuentro", ha señalado.
La primera jornada de este II Convenio de Faro ha comenzado a las 10:15 horas con unas palabras del presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, y la consejera de Cultura, que han ensalazado la diversidad cultural que reina en Melilla.
Poniendo grandes ejemplos de ello, como el rezo multitudinario del Aid El Kebir que se celebra en la Plaza Multifuncional o la Cabalgata de los Reyes Magos –donde participa toda la ciudadanía independientemente de su cultura o religión–, Imbroda ha puesto en valor la ausencia de racismo y xenofobia en la ciudad.
Así, ha manifestado la intención del Gobierno local de que esta diversidad cultural de Melilla sea declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad. "Estamos trabajando desde hace tiempo en favor de esto", ha afirmado, al tiempo que expresaba su deseo de que la ciudad fuese un "faro" para muchas sociedades de cómo es posible la paz y el respeto entre todas las culturas y religiones.
La riqueza patrimonial del Rastro
Durante su intervención, Fadela Mohatar, en representación de la Ciudad Autónoma, ha trasladado al Consejo de Europa el proyecto de recuperación integral que el Gobierno está llevando a cabo en el Rastro, el primer barrio extramuros de Melilla.
El Rastro fue el primer barrio que se empezó a construir fuera de la ciudadela a finales del siglo XIX. En él germinó la interacción cultural que hoy es la seña de identidad de Melilla con personas provenientes del Rif, Tetuán y otras partes de Marruecos, que convivieron con sefarditas e hispanos. En esta zona se encuentra el primer barrio judío, la mezquita central, una sinagoga central o el Fuerte María Cristina.
Fue en esa época cuando una gran cantidad de personas llegaron a Melilla atraídas por su riqueza como puerta del protectorado oriental. Rifeños, sefarditas, hindúes e hispanos comenzaron a convivir en la ciudad, convirtiéndose en un ejemplo de interculturalidad que ha llegado hasta nuestros días. De ahí la importancia histórica y cultural del Rastro.
También ha aprovechado para dar a conocer al Consejo de Europa el Museo de las Lenguas y Tradiciones, una estrategia local de participación ciudadana para albergar todo el patrimonio oral, las tradiciones y la cultura de de la diversidad patrimonial de Melilla.