Melilla se encuentra dentro de la propuesta que formula el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para dar prioridad a la ciencia en las aulas. Para ello ha iniciado contactos con el Ministerio de Educación con el objetivo de que su programa CSIC en la Escuela, que lleva 35 años acercando la ciencia a la infancia desde edades tempranas, se convierta en una línea fundamental dentro del sistema educativo español.
La iniciativa, que ha beneficiado a miles de estudiantes en el país, busca una mayor institucionalización para garantizar su implementación en todas las comunidades autónomas. María José Gómez, coordinadora del programa en España, Europa y Centroamérica, ha expresado que conseguir el respaldo del Ministerio es “como un sueño” después de décadas de esfuerzo.
Potencial educativo
Desde su creación, CSIC en la Escuela ha trabajado en la enseñanza de la ciencia a niños de entre 4 y 12 años, una etapa crucial para el desarrollo del pensamiento crítico y el interés por la investigación. Según Gómez, este programa educativo no solo fomenta el aprendizaje de la ciencia, sino que también desarrolla valores como la solidaridad y el trabajo en equipo.
“Los niños que aprenden y entienden la ciencia no solo son más espabilados e inteligentes, sino también mejores personas”, afirmó la coordinadora del programa.
El programa se ha consolidado con proyectos transversales que abarcan desde la historia de la ciencia hasta la tecnología y las leyes de la naturaleza. Además, incluye la exploración del mundo microscópico, considerado fundamental en el aprendizaje científico.
Apoyo institucional
A pesar de su éxito, el programa ha enfrentado dificultades para consolidarse en el ámbito institucional debido a la descentralización de la educación en España. La coordinadora explica que la iniciativa se ha implementado de manera desigual en las distintas comunidades autónomas, lo que limita su impacto a nivel nacional.
“Al final, tienes que pelear con los que en ese momento están al frente de sus responsabilidades educativas. No tenemos problemas, damos con gente maravillosa en todas partes, pero sí nos gustaría que tuviese ese apoyo institucional del Ministerio de Educación para que España se ponga al nivel de Europa”, argumentó Gómez.
El respaldo ministerial permitiría superar los obstáculos burocráticos y garantizar que el programa llegue a todas las escuelas del país, incluidas las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que dependen directamente del Gobierno central en materia educativa.
España, a la cola
La petición del CSIC cobra aún más relevancia si se toma en cuenta el contexto educativo español. Estudios recientes han señalado que España se encuentra rezagada en la enseñanza de la ciencia en comparación con otros países europeos.
A pesar de que el programa español nació antes que iniciativas similares en países como Francia o Estados Unidos, actualmente estos cuentan con un mayor respaldo institucional y financiación, lo que ha permitido su desarrollo y expansión.
“No podemos seguir siendo los últimos en Europa”, enfatizó la coordinadora, haciendo un llamado a las autoridades para que apuesten por la ciencia desde la educación básica.
El caso de Melilla
El contexto educativo en Melilla refuerza la necesidad de un programa como CSIC en la Escuela. Según datos recientes, la ciudad presenta los peores índices de fracaso escolar en España, con altas tasas de abandono y bajos niveles de comprensión lectora.
Un informe publicado por El Faro de Melilla reveló que el alumnado melillense se encuentra a la cola en comprensión lectora, una habilidad fundamental para el aprendizaje de cualquier disciplina, incluida la ciencia.
Ante esta realidad, la implementación de CSIC en la Escuela en Melilla podría representar una herramienta clave para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes y fomentar su interés en el conocimiento científico desde edades tempranas.
Futuro prometedor
A pesar de los desafíos, el CSIC se mantiene optimista respecto a la posibilidad de lograr el apoyo del Ministerio de Educación. Según Gómez, ya se han establecido los primeros contactos y están a la espera de reunirse con el secretario de Estado de Educación para abordar la viabilidad del proyecto.
El objetivo es claro: lograr que la enseñanza de la ciencia sea una prioridad dentro del sistema educativo español, garantizando que los estudiantes tengan acceso a una formación de calidad que les permita competir a nivel internacional.
“Necesitamos reivindicar para poder quitarnos esa pena de la soledad, de por qué esto no va acompañado por nuestras instituciones, que son tan dignas, y que favorezcan esto en un desarrollo mucho más amplio y mejor”, concluyó la coordinadora del programa.
Con el respaldo adecuado, CSIC en la Escuela podría marcar un antes y un después en la educación científica en España, contribuyendo no solo al conocimiento, sino también al desarrollo de una sociedad más preparada, innovadora y competitiva.