Conesa dice que se hará todo lo posible para que la valla no sea violentada, aunque apunta que es imposible impermeabilizarla al 100%.
El Gobierno de Melilla considera “muy preocupante” la presión migratoria que vuelve a cernirse sobre la frontera que separa la ciudad autónoma de Marruecos. Después de una semana con cuatro asaltos al vallado y un intento de entrada en patera, el portavoz del Ejecutivo, Daniel Conesa, apuntó que lo ocurrido “parece que tiene mucho que ver con la actuación de las Fuerzas Auxiliares de Marruecos”. Eso sí, recalcó que durante el fin de semana la situación se normalizó un poco, pues los momentos “críticos” se dieron entre el martes y el jueves.
“Conforme fue avanzando la semana la presión disminuyó”, apuntó Conesa, quien además se hizo eco de la intervención que ha realizado el país vecino en el monte Gurugú para detener a los subsaharianos que esperaban allí una oportunidad para saltar el vallado. No obstante, recalcó que no tenía ninguna información oficial sobre dichas redadas, las cuales conocía a través de lo publicado en los medios de comunicación.
Asimismo, subrayó que la situación en la que se encuentra la ciudad autónoma “no acabará nunca al 100%”, o por lo menos hasta que los países de procedencia de los inmigrantes estén más desarrollados. “Nosotros tenemos que poner todos los medios que estén a nuestro alcance para evitar que la frontera sea violentada. La capacidad de impermeabilizarla por completo no existe”, añadió el portavoz.
En este sentido, afirmó que lo máximo que puede hacer España es “intentar disminuir con más o menos éxito” la presión que hay sobre el vallado. “Mientras haya guerra, hambre y represión en África nos mantendremos en la misma situación”, insistió Daniel Conesa.
Por último, el portavoz rompió una lanza en favor de la inmigración “legal y regularizada”, en lugar de la “clandestina, realizada por mafias y violenta”, en alusión a las agresiones que han sufrido los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado españoles al intentar repeler a los subsaharianos.