José Emilio Pérez presentó el proyecto ‘Camino escolar’ en el Aula 10 de la UNED, del que asegura que despierta "mucho interés”. La extendida costumbre de llevar a los niños al ‘cole’ en coche es un mal hábito adquirido por unos padres sobreprotectores con sus hijos. Bajo este prisma, Melilla ConBici presentó ayer el proyecto ‘Camino escolar’ para animar a unos y otros a ir al colegio andando y dejar el coche aparcado. Los beneficios de esta buena costumbre de hace no muchos años no solamente podría evitar los atascos provocados en la entrada y salida de los colegios e institutos de Melilla sino que suponen, según esta plataforma local, un refuerzo en la autoestima de los hijos. De hecho, el portavoz de Melilla ConBici, José Emilio Pérez, asegura que hay niños que prefieren ir al ‘cole’ andando y con su grupo de amigos y compañeros.
Esta experiencia ya se realiza en algunos centros de la ciudad, pero de manera esporádica. Lo que quiere Melilla ConBici es que este proyecto se extienda a todos los centros educativos, pues los niños que así lo hacen “están deseando ir al colegio con su grupo de amigos”. Es una vivencia muy positiva para los niños, afirmó Pérez, pues refuerza su autoestima y ayuda a los menores a enfrentarse día a día a la calle, “esa calle peligrosa de la que les queremos proteger”.
Y es que los “peligros” no son pocos, principalmente, por culpa, según sostuvo el portavoz de Melilla ConBici del predominio del coche en el espacio público. El vehículo privado ha conquistado ese espacio público que los niños tienen ‘vetado’ por los padres que hoy día actúan bien como “taxistas o carceleros”, dijo Pérez durante la presentación del proyecto.
La charla se realizó en el Aula 10 de la UNED y asistieron numerosos melillenses, entre ellos, los responsables de la Consejería de Seguridad Ciudadana, Francisco Javier Calderón y Gregorio Castillo, y el director provincial del Ministerio de Educación (ME) en Melilla, José Manuel Calzado.
Interés institucional
El portavoz de la plataforma destacó el creciente interés que despierta este proyecto del ‘Camino escolar’ entre las instituciones y responsables gubernamentales en la ciudad. Por ello, Pérez se mostró muy esperanzado en que poco a poco y de forma paulatina estos caminos escolares se implanten en los centros educativos en la ciudad.
Los niños tienen interés, sobre todo, entre 8 y 12 años, que ya tienen una edad propia para ir solos al colegio, pero existen casos de estudiantes de instituto que acuden al centro con sus padres en el coche. Una excepción que debe cambiar, según Melilla ConBici.
Al interés mostrado por la Ciudad y la Dirección Provincial del ME se suma el de los directores de los centros educativos melillenses, por lo que el proyecto además de factible puede ser una realidad en Melilla en poco tiempo.
El proyecto está impulsado por la Dirección General de Tráfico (DGT) y en él las Administraciones Públicas pueden encontrar cómo implantar los caminos escolares de forma progresiva.
El camino escolar supone la recuperación del espacio público para el peatón y para los niños. El portavoz de Melilla ConBici lamentó que los niños ya no jueguen en la calle, pero hoy día incluso hay carteles colgados en algunos espacios en los que se prohíbe expresamente jugar. Destacó también que hay entidades y ciudadanos que consideran que los juegos de los niños contribuyen a la contaminación acústica.