Los datos indican que la ciudad tiene la peor cifra a nivel nacional en la ratio de alumnos por aula. Tenemos 29 niños por clase, desde Infantil hasta la ESO –durante toda la enseñanza obligatoria– y la media nacional está muy lejos, con 17,7 escolares por clase.
El informe, que hace referencia al curso 2017-2018, pone de manifiesto la carencia de recursos en materia de educación que sufre nuestra ciudad. Llevamos demasiado tiempo esperando a que los nuevos centros proyectados se pongan en funcionamiento y nuestros niños puedan recibir una atención, al menos, similar a la que reciben en la gran mayoría de regiones de España.
Hace menos de 15 días, la Ciudad anunció que propondrá al Gobierno central la firma de un acuerdo de colaboración en materia de obras de mejora y mantenimiento de los centros en la ciudad, tanto públicos como concertados. Es un primer paso para la consolidación de una red de colegios que cubra las necesidades de nuestra población pero es necesario pisar el acelerador y no perder más tiempo. Los proyectos que aún no se han terminado ya llegan con retraso, y la tendencia demográfica indica que en el futuro cercano habrá más alumnos a los que educar de los que se atiende actualmente. Las Administraciones tienen que remar juntas y lograr que las cifras del informe del curso que viene no sean tan desalentadoras como las actuales..