Llegarán el jueves y permanecerán en Melilla hasta el domingo. Son medio millar y pueden ser calificados sin ningún género de dudas como ‘turistas’.
Encajan a la perfección con la definición que la Real Academia Española ofrece de esa palabra: ‘Persona que hace turismo’, entendido tal como la ‘actividad o hecho de viajar por placer’. En este caso no hace falta echar mano de metáforas ni retorcer el significado del término como otras veces para incluir en esa categoría, por ejemplo, a agentes de refuerzo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad ni a otro tipo de trabajadores alojados en establecimientos hoteleros en nuestra ciudad. Los 500 moteros que asistirán a la concentración prevista para abril del próximo año vendrán a participar en la jura de bandera civil acordada por los Ángeles Guardianes con la Comandancia General de Melilla. También realizarán visitas culturales al Pueblo. Recorrerán el centro modernista. Asistirán a una fiesta bereber... Y de todo ello se beneficiarán los hoteleros, los comerciantes y las hostelería de la ciudad.
No ha sido una empresa fácil conseguirlo porque Melilla fue sede de un evento similar el año pasado y normalmente una ciudad no opta a una nueva concentración hasta cuatro años después, pero aún así se ha conseguido.
La representación de Ángeles Guardianes de Melilla que ayer asistió al Congreso Ejecutivo de Delegados en Valencia tuvo que competir con la propia ciudad del Turia, con Toledo, Guadalajara, Jaén, Madrid y Mallorca. Finalmente nuestra ciudad acogerá una de las cinco concentraciones de moteros previstas en 2015.
La asociación en nuestra ciudad cuenta con 64 miembros, una cifra que puede llegar a los 70 si son admitidos seis aspirantes el próximo año. Quizá no sean muchos, pero su esfuerzo altruista bastará para beneficiar a Melilla en su conjunto; a unos les servirá para hacer caja, otros disfrutar contemplando centenares de motocicletas en nuestra ciudad, otros verán cómo se promociona nuestra tierra más allá de la imagen de vallas e inmigración ilegal tan habitual últimamente en los medios de comunicación.
La concentración de Ángeles Guardianes sólo será un evento que se prolongará únicamente durante cuatro días, pero quizá sirva para que el viceconsejero de Turismo, Javier Mateo, encuentre definitivamente el rumbo que le permita convertir a Melilla en un destino para las personas que ‘viajan por placer’. A veces para conseguir pequeños éxitos sólo hace falta un poco de entusiasmo y de disposición para trabajar por el bien de nuestra ciudad. Ángeles Guardianes lo demostró ayer ofreciendo y poniendo el esfuerzo altruista de sus socios en la ciudad al servicio de toda Melilla. Es una labor por la que no reciben ninguna remuneración económica y que difícilmente se podría pagar si tenemos en cuenta todos los beneficios que va a nos generar al conjunto de los melillenses. Nuestra ciudad necesita más ‘ángeles guardianes’, es decir, más trabajo e ilusión.