Quevedo anuncia que en “unos meses” instalarán un arrancador de reserva para evitar cortes del suministro.
Con el problema en la planta desaladora resuelto antes de lo previsto y el suministro de agua en normal funcionamiento, el consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, aseguró ayer a El Faro que desde el área que dirige calculan que la reducción del caudal sólo fue de un 35% el pasado viernes, cuando estaba previsto tomar esta medida entre las 18:00 y las 4:00 horas para que los depósitos recuperasen su estado habitual.
“Todo está funcionando perfectamente. Vamos recuperando el nivel de los depósitos poco a poco”, declaró el también vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma a este diario, que tachó de “improbable” que se estropeen “elementos electro-ópticos” como el que causó la avería que ha afectado al suministro de agua doméstica durante tres días.
Para mayor seguridad
Con el fin de evitar que averías como la ya reparada afecten a la población, Quevedo aseguró que “en unos meses” pretenden tener instalado un arrancador de reserva, que contará con dos transformadores y placas de control. El objetivo es “dar mayor seguridad” al caudal de agua para los melillenses. “Posiblemente no se tendrá que usar nunca”, comentó el titular de Medio Ambiente.
Asimismo, el consejero descartó que un corte eléctrico haya podido ser el causante de la avería de la pieza que ha alterado el flujo normal de agua a los hogares. Aseguró que, al igual que el Hospital Comarcal, la planta desaladora cuenta con “una línea que nunca sufre cortes eléctricos” salvo cuando éstos son completos y afectan a toda la ciudad.
Por otro lado, con respecto a cómo ha afectado la falta de caudal de agua a la población de Melilla, el vicepresidente del Ejecutivo local dijo que se han suministrado 300 litros de agua al día por habitante, “mucho más que el consumo medio en hogares de España”, que es de 150.
Además, indicó que las viviendas con depósito, “la gran mayoría”, han tenido agua las 24 horas.