“Estamos con las manos atadas”. Así define la situación en la que se encuentran los sanitarios de nuestra ciudad el secretario del Colegio de Médicos, César Feliu Serrano, que también es pediatra en el Hospital Comarcal. Explicó que esta cuarta ola ya la ven casi con “naturalidad” porque “realmente está afectando a Melilla y a toda España”. Se cuenta con la preparación para atender a este tipo de pacientes. Pero indicó que la sensación que tienen es de estar con las “manos atadas” porque “mientras en otras autonomías ha habido una previsión de las autoridades sanitarias para implementar espacios en hospitales y optimizado sistemas para hacer una ventilación no invasiva muy eficaz y que sea segura para el personal de Enfermería, que son demandas que se llevan realizando desde casi la primera ola, no se han satisfecho”. Ahí es donde aparece la impotencia de los profesionales de no poder proporcionar una asistencia más óptima.
Las carencias que ven en nuestro sistema de salud no son fruto de la improvisación, apuntó este especialista, sino de “la falta de previsión, de una mentira tras otra mentira y de la falta de trabajo” de las autoridades sanitarias. “A mí se me caería la cara de vergüenza si fuera uno y me vuelve a pillar el toro”, apuntó indicando que en nuestra ciudad no hay dimisiones a pesar de esta situación.
Feliu Serrano argumentó que se sabe muy bien qué hacer con los pacientes covid. Indicó que saben cómo tratarlos. Pero subrayó que las autoridades sanitarias “nos han engañado vilmente” porque prometieron traer los recursos que se demandaron desde los profesionales de Urgencia, así como desde los profesionales de intensivos e interna, y no ha sido así. “No han traído nada o casi nada”, aseveró de esas peticiones.
Igual que la tercera ola
“Nos vemos ahora con que, otra vez en la cuarta ola, vamos a tener los mismos problemas o muy parecidos que en la tercera ola”, añadió. No obstante, la esperanza está puesta en que esta cuarta oleada de pacientes Covid no sea tan elevada como la anterior. “Si no es así, pues sería catastrófico para nuestra ciudad, nuestro sistema sanitario y los melillenses”, dijo.
Recursos
Y es que Feliu Serrano subrayó que han pasado muchos meses y a día de hoy no se cuenta, por ejemplo, “en la planta de Medicina Interna con poder hacer una ventilación no invasiva de forma segura con habitaciones con presión negativa”.
Esto último es un tipo de estancia en la que hay un sistema de puertas y de ventilación que hace el recambio de aire sea mayor que en una habitación normal y corriente. Además, todos los aerosoles que se generan, que son parte responsable de la trasmisión del virus, y sobre todo, los que se crean con la ventilación mecánica, ya sea entubado o con ventilación no invasiva, salen de este espacio y se filtra con unos filtros especiales. Con una habitación con presión negativa se genera un espacio bioseguro, sobre todo, para la enfermería porque tendría menos riesgo de infectarse. Incluso un paciente podría compartir habitación con menos riesgo de ver incrementada su carga viral.
De hecho, se ha demandado este tipo de instalaciones para el Comarcal desde hace años porque Melilla es una de las regiones donde aún se registran casos de tuberculosis. “Si se hubiese hecho cuando se pidió, esa infraestructura ya la tendríamos hecha. Pero no las hay hoy por hoy”, indicó.
La promesa de las autoridades es que estas habitaciones estarían en el hospital modular.
Urgencias y más personal
“Estamos en el mes de abril y no tenemos dos circuitos claramente independientes en Urgencias con dos puertas independientes como tienen en la mayoría de las ciudades para asistir a los pacientes Covid de forma independiente, con una puerta y una admisión diferente a la del resto de enfermos no covid. O bien que en intensivos tengamos una UCI desperdigada con siete camas en un lado y cinco en otro... Todo eso hace que la eficiencia y la calidad asistencial baje”, lamentó este representante del Colegio de Médicos.
Además, indicó que hay que sumar al personal sanitario porque actualmente hay, pero indicó que tendrá irse de vacaciones.
En este sentido, manifestó que hay una carencia de intensivistas y de internistas. De hecho, remarcó que hacen falta tres profesionales, al menos, de cada una de estas especialidades en nuestro hospital. “El objetivo es garantizar una continuidad asistencial y refrescar al personal que lleva meses y meses dando asistencia a los pacientes con Covid”, afirmó.
De forma que Feliu Serrano resumió que “por un lado, fruto en parte de esa mentira sistemática de los políticos que gestionan la sanidad melillense y, por otro, ver que por mucho que hacemos nosotros estamos más o menos con las manos atadas, la verdad es que esta cuarta ola se vive con naturalidad, porque es normal que haya rebrote si se hacen las cosas mal, y se han hecho mal; pero tenemos la impotencia de saber que eso mismos pacientes en otras ciudades tendrían más oportunidades de que fueran bien y la asistencia sería mucho más óptima. Y es eso lo que queremos para los melillenses”.
Aseveró que el objetivo de los sanitarios es que, si un ciudadano se pone malo en Melilla, tenga las mismas oportunidades y asistencias que otro que está en esta situación en Málaga, Cuenca o Madrid, apuntó.
Haber hecho más
Feliu Serrano comentó que se cuenta con recursos materiales, pero lamentó que se podrían haber hecho las cosas “muchísimo mejor”. Subrayó que desde la primera ola se llevan demandando desde los profesionales una serie de espacios que en ese hospital modular se podrían haber montado. Era ahí donde se iba a satisfacer esas demandas, según les indicaron las autoridades.
El representante del Colegio de Médicos explicó que en el hospital modular había una serie de espacios y habitaciones con presión negativa. También con este hospital modular se iba a satisfacer la demanda de que hubiera un circuito de Urgencias completamente independiente para los pacientes con Covid.
Aseveró que cree que todo esto se podría haber generado ya, después de tantos meses de pandemia, pero “nos mintieron” porque indicaron las autoridades que se contaría con ello en el hospital modular y estaba “al caer” y ahora ya se desconoce sí se va a hacer.
“Creo que ha sido un cameo y nos han engañado”, aseveró. Pero también dijo que “no se ha hecho nada para garantizar esos flujos de pacientes en zonas independientes o para hacer más atractivo que vengan otros internistas o intensivistas de otras ciudades ofreciéndoles buenos contratos, o incluso ofrecer algunos mejores para el personal de Urgencias, porque ahora corren el riegos de que salgan mejores ofertas en Andalucía y se vayan”.
“No se han hecho bien los deberes y nos crea un poco de impotencia. Es otra vez lo mismo y otra vez con las manos ciertamente atadas”, añadió. Puesto que este especialista argumentó que si estuvieran en otras ciudades, como Sevilla o Málaga, no tendrían esta sensación.
“Es otra vez la misma película en esta cuarta ola”, explicó Feliu Serrano, que apuntó que se podría haber evitado, pero una vez que ya no es posible, se sienten impotentes porque la atención sanitaria está en iguales condiciones que hace meses al “no cumplirse ninguno de los requisitos que hemos demandado”.
Las alergias
También era importante para facilitar una mejor atención el contar con las habitaciones de presión negativa en Urgencias. Este especialista comentó que llega ahora el tiempo de las alergias. Los pacientes que lleguen con asma con también un catarro, con un poco de fiebre y asmático, se va a tratar como un paciente Covid porque se va a desconocer en un inicio si tiene o no el coronavirus. Se le tratará en la zona de Covid y es un peligro para este enfermo. Si se contara con una habitación de presión negativa en Urgencias, se garantizaría la seguridad de ese paciente porque realmente, en un inicio, no se sabría si tiene Covid o no. Con ese sistema de flujos de aire, se garantiza que se le pueda poner aerosoles y que no corra el peligro de ser contagiado. Incluso también que ese paciente no contagie, si tiene el virus, a otros o el personal.
Contar con algo como una habitación de presión negativa, para este pediatra, sería mejorar la calidad asistencial, los tiempos de respuesta ante los pacientes, entre otros temas. Mientras que en otros hospitales se cuenta con ello, en Melilla no se cumplen estos requisitos.
Cierres, “pero con criterio”, para bajar la incidencia
El secretario del Colegio de Médicos explicó que para bajar la incidencia acumulada de casos solo se ha visto que funcione el confinamiento de la población. Pero indicó que si hay que hacer cierres, hay que hacerlos “con criterio”. Explicó que si la mayor parte de los contagios se producen en el ámbito familiar, habrá que adoptar medidas en este sector, por difícil que sea. Si fuera en la hostelería, pues habría que actuar ahí. En este sentido, dijo que habría que ver si no es más viable el cierre de 15 días de todos los sectores no esenciales y volver a abrir tras bajar los casos. Añadió que si la incidencia sube como en la tercera ola, habrá que confinar lo antes posible a la población en dos semanas si no se saben dónde se producen los contagios.
ESTO ES COMO UNA VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO...
El Dr. Feliú lleva más razóm que un Santo, así como muchísimos profesionales de cualquier categoría sanitaria. No es que se sientan abandonados, es que ESTÁN ABANDONADOS a su suerte, y por consiguiente los enfermos por los que les pirra llamarse "¿Autoridades Sanitarias?". PARA SER AUTORIDAD en cualquier parcela de la vida es preciso cumplir una serie de premisas, a saber: Querer TRABAJAR, decir sienpre la VERDAD, APOYAR Y VALORAR el buen hacer de los trabajadores, DOTAR de los medios necesarios para un buen trabajo.
Si la ¿AUTORIDAD? no lo hace por desida, apatía o incompetencia o si lo quiere hacer y TROPIEZA con la barrera Autoritaria superior a su estado, lo mejor y más honrado es volver a su puesto de trabajo, renunciando a ese falso puesto y explicando los motivos de tal renuncia, todo lo contrario que seguir con el culo pegado al SILLÓN poniendo la MANO cada mes. En REUMEN: Ante todo VERGÚENZA y LUCHA poe lo enfermos y por los que los atienden.