Mawlid An Nadi. Nacimiento del Profeta Muhammad (II)

El que contempla el mensaje de Muhammad (el mensaje del islam), encuentra que ha podido salvar la dignidad humana y elevar el valor de las personas. Todos los seres humanos, tanto musulmanes como no musulmanes, son hijos de Adán a quienes Dios ha honrado, pues dice en el Sagrado Corán: “Hemos honrado a los hijos de Adán, y les hemos facilitado los medios para transitar por la tierra y por el mar; les hemos proveído de cosas buenas y les hemos preferido por encima de muchas otras criaturas” (sura al Isra, el Viaje Nocturno, aleya 70). Todas las personas tienen los mismos derechos como seres humanos ante Dios. Las personas sólo se distinguen ante Dios de acuerdo con su piedad y su fe. Muhammad, la paz sea con él, se afanaba en resaltar este sentido humanitario en sus relaciones y comportamientos con los no musulmanes. En un hadiz (dicho del profeta) se lee: «Si veis pasar un féretro, manteneos de pie hasta que se aleje». Cierto día, pasaba un funeral, y él se puso de pie. Se le dijo: “Es el funeral de un judío, y él contestó: “¿acaso no es un alma que va a ser juzgada por Dios?”. Muhammad solía visitar a los enfermos no musulmanes, por poner unos ejemplos, en una ocasión visitó a su tío Abu Talib cuando estaba en su lecho de muerte, también visito a un niño judío que estaba enfermo. Por otra parte, se afanaba en conceder a los no musulmanes sus derechos como vecinos, pues decía: “El mejor de los compañeros ante Dios es el mejor para sus compañeros; el mejor vecino ante Dios es el mejor para sus vecinos”. El hadiz incluye a todos los vecinos, entre ellos los no musulmanes. Muhammad no fue enviado para quitar la libertad de aquellos que no le siguieron. A éstos les trató con una gran indulgencia nunca antes vista en la historia de la humanidad. Los principios más importantes al tratar el Profeta Muhammad con los demás son: No hay coacción en la religión: Aunque Muhammad y sus compañeros creen con certeza que la razón consiste en seguir el islam -siendo complementario de los mensajes de los profetas anteriores- nunca trataron de forzar a nadie para entrar en el islam contra su voluntad. El Corán pone de manifiesto este significado, diciendo: “No está permitido forzar a nadie a creer: la guía se ha diferenciado del desvío” (sura Al Baqarah, La Vaca, aleya 256). No se puede obligar a nadie a entrar en el islam, aunque quien obligue sea un padre que quiere lo mejor para sus hijos; incluso si el coaccionado es el hijo que no duda del amor de su padre, aun así no debe ceder a tal coacción. El islam se acepta por libre voluntad, ya que solo depende de la guía de Dios. El Mensajero de Dios prohíbe obligar a la gente a entrar en esta religión, pues en el Corán leemos: “y si tu Señor hubiera querido, todos los habitantes de la tierra habrían creído; tú no podrás forzar a la gente a que sean creyentes” (Sura Yunus Jonás, aleya 99). El islam no sólo concedió la libertad a los no musulmanes a permanecer en su religión, sino que también les permitió practicar su fe, y mantener sus lugares de culto. El Profeta Muhammad prohibía a sus compañeros y por ende a todos los musulmanes de todos los tiempos, causar algún tipo de daño a los lugares de culto, ya sean estas sinagogas, iglesias, ermitas etc. Muhammad nunca hizo daño a un lugar de culto de los no musulmanes. Sus compañeros y sus sucesores entendieron muy bien este principio; por eso recomendaban a sus jefes los cuales expandieron el islam por distintas partes del mundo el respetar los lugares de culto, no había que demolerlos ni apropiarse de ellos. El segundo califa del islam, Umar ibn al Jattab, dijo en las puertas de Jerusalén ante el Gran Patriarca cristiano que quien hiciera daño a un no musulmán o demoliera sus lugares de culto o se apropiara de ellos, sería su enemigo, enemigo de todos los musulmanes y enemigo de Dios y de Su Profeta. El islam ha permitido también a los no musulmanes establecer su vida social, de acuerdo con sus propios conceptos, en lo que respecta al matrimonio, al divorcio etc.

El Profeta Muhammad nos ordenó también aplicar los valores de justicia con el prójimo sea musulmán o no. En el Corán se lee: “Allah os ordena que restituyáis a sus propietarios lo que os hayan confiado, y si juzgáis entre la gente, que lo hagáis con equidad” (sura An Nisaa, Las mujeres: aleya 58). Muhammad recibió estas aleyas y las aplicó de una forma estricta. Las aleyas ordenan aplicar la justicia entre todas las personas sin tener en cuenta sus personalidades, su raza, su religión, o su linaje. Todo el mundo es igual. Aun cuando aquel al que se le ha usurpado un derecho sea un enemigo o un detractor, los musulmanes estamos obligados a darle lo que le corresponde por derecho. El Corán ordenó al Profeta gobernar con justicia, si la gente del libro (cristianos y judíos) le pedían arbitraje, esta aleya o versículo, es una orden de aplicación general para todos los musulmanes de cualquier tiempo y lugar. Dice Dios en el Corán: “Si juzgas entre ellos, hazlo con equidad. Dios ama a los justos” (Al Maeda, La Mesa Servida, aleya 42). En más de treinta hadices Muhammad insiste en que sus compañeros deben respetar el derecho de los no musulmanes vinculado con los musulmanes mediante un tratado “ahlu ad dimma”. Un hadiz dicta: “Quien mata a un no musulmán, no olerá la fragancia del Paraíso, a pesar de que su fragancia se puede oler a una distancia de cuarenta años” Y dice también: “Quien comete injusticia con un no musulmán, o no le concede un derecho que le corresponde, o le carga de trabajo con exceso, o le quita algo suyo sin derecho, yo seré el abogado del no musulmán el Día de la Resurrección”. “Quien mata injustamente a un no musulmán, Dios le prohíbe el Paraíso” El profeta Muhammad, la paz sea con él, prohibió torturar a cualquier persona sin hacer distinciones entre musulmanes o no musulmanes. Dijo el Profeta Muhammad: “Dios Todopoderoso castigara a los que torturan a las personas en esta vida”.

Muhammad también nos ordenó que los no musulmanes tuvieran asegurados sus derechos a una vida digna así como la protección de sus bienes y su honor en una sociedad musulmana. Estas son algunas de las enseñanzas nobles y misericordiosas del Profeta del islam. Nadie –musulmán o no- debe hacerles daño, mientras estén en tierra del islam.

Las enseñanzas de Muhammad han establecido un principio básico importante: un musulmán debe tratar bien a todo el mundo. El profeta dice: “Sólo fui enviado para completar la buena conducta (los mejores modales). Se entiende que la buena conducta se mantiene con todo el mundo, musulmanes y no musulmanes. La convivencia, el entendimiento y la cooperación entre las naciones constituyen una necesidad. Dios ordeno al Profeta Muhammad, mantener la misericordia y el buen trato en todos sus aspectos y con todo el mundo, ya sean estos musulmanes o no. En el Corán se lee: “Dios no os prohíbe ser benevolentes y equitativos con quienes no os han combatido por causa de la religión ni os han expulsado de vuestros hogares, pues ciertamente Dios ama a los justos”. (Al Momtahanah, La Examinada, aleya 8). El término “al birr”, indicado en la aleya en la que se hace referencia al buen trato hacia los no musulmanes, fue interpretado por los eruditos musulmanes y exegetas del Corán de esta forma: «es ser amable con el débil; satisfacer las necesidades de los pobres; dar de comer a los hambrientos; dar ropa a quien no la tiene; decirles dulces palabras -para ser amable y misericordioso con ellos, -aguantar los posibles daños que puedan causar en la sociedad –aun teniendo la capacidad de impedir esos daños- sólo para ser amable con ellos, suplicar a Dios que les oriente y que les haga felices; aconsejándoles tanto en cuestiones de la vida cotidiana, como en las relacionadas con las del otro mundo, defenderles si alguien habla mal de ellos en su ausencia o intentan hacerles daño etc . El buen trato se convierte en algo mucho más importante para con los familiares no musulmanes, y es de carácter obligatorio con los padres. En este sentido Asmaa bint Abi Bakr dijo: “Mi madre vino a mí siendo ella idólatra, cuando había un pacto con Quraysh; yo fui al Profeta y le pregunté: “Oh Mensajero de Dios, mi madre vino de visita, ¿Debo tratarla bien? Él dijo: “Sí, trata bien a tu madre. Cuando la delegación de Nayran llegó a Medina (esta delegación estaba compuesta por un grupo de notables cristianos) para visitar a Muhammad, entraron en la mezquita tras la oración de la tarde (Asr). Era la hora de sus oraciones y se levantaron para rezar en la mezquita. Alguna gente quería impedírselo, pero el Profeta, la paz sea con él, dijo: “Dejadles” y los cristianos cumplieron con sus oraciones en la mezquita del Profeta. Aisha, madre de los creyentes, dice: “El Mensajero de Dios murió estando su escudo hipotecado con un judío: por unos treinta saa (medidas) de trigo que había adquirido para el mantenimiento de su familia.

Muhammad ha ordenado a los musulmanes prestar buena atención a los ahlu al kitab (gente de las escrituras, haciendo referencia a los judíos y cristianos) que vivían entre ellos y por ende esto es extensible a todos los musulmanes de toda época y lugar, Muhammad nos ordenó lo siguiente: si alguno de entre la gente del Libro (judíos o cristianos) se encuentra en estado de necesidad, el estado o los musulmanes debemos satisfacer sus necesidades, en el caso del Jefe del Estado se convierte en una obligación individual ayudar a los cristianos y judíos que vivan en tierras musulmanes, ya que él es el responsable de los pobres, musulmanes o dimmies (judíos o cristianos). El Profeta Muhammad también nos ordenó que tenemos que garantizarles los medios de subsistencia para ellos (judíos y cristianos) y para las personas a su cargo, porque todos son súbditos del país musulmán, que es responsable de todos sus ciudadanos. Muhammad dice: “Cada uno de vosotros es un pastor y cada pastor es responsable de su rebaño” Cuando el segundo califa Omar se encontraba en Siria, pasó por unos cristianos leprosos, y ordenó que se les diese parte de la caridad, y que se les diese sustento en caso de invalidez, vejez y pobreza.

Por último, queremos acabar diciendo que el Profeta Muhammad dejo claro que los no musulmanes tienen total libertad para trabajar y ganar dinero en un país musulmán, ya sea mediante contratos con otros, o trabajando para sí mismos. Tienen derecho también a ejercer el oficio que les guste, mantener cualquier tipo de actividad económica, todo esto lo pueden y deben de hacer en igualdad de condiciones con los musulmanes. También tienen el derecho a la venta, compra y todas las transacciones financieras, evitando la usura.

No podemos abarcar en un articulo todo lo relacionado en la vida del Profeta Muhammad para con los no musulmanes. Todo lo que sea actuar de manera contraria no tiene nada que ver con el islam.

Este es Muhammad el Profeta de la Misericordia

Feliz día del Mawlid o Nacimiento del Profeta Muhammad a todos los musulmanes del mundo y en especial a nuestros hermanos de Palestina a los que no olvidamos y llevamos en nuestros corazones.

Que la paz y las bendiciones de Dios sean con aquel que fue enviado como una misericordia para toda la humanidad. Que la paz y las bendiciones de Dios sean con aquel que fue anunciado por su hermano Jesús. Que la paz y las bendiciones de Dios sean con aquel que dirigió la oración en Jerusalén con las almas de Abraham, Moisés y Jesús entre otros Profetas y enviados. Que la paz y las bendiciones de Dios sean con aquel que dijo que la Santísima Virgen María seria una de las Señoras del Paraíso. Que la paz y las bendiciones de Dios sean con aquel que le dijo a una de sus esposas de origen judío y que algunas musulmanas por celos se metían con ella debido a su origen judío, que les respondiera orgullosa que ella era sobrina del Profeta Aarón e hija de Moisés. Que la paz y las bendiciones de Dios sean con aquel que dijo que es hermano de Noé, Abraham, Isaac, Ismael, Jacob, David, Salomón, José, Moisés y el Mesías Jesús hijo de María, que la paz y las bendiciones de Dios sean con ellos y con todos los Profetas. Que la paz y las bendiciones de Dios sean para ti mi amado Muhammad-Mustafá.