l Es el segundo intento de asalto en una semana l Las Fuerzas Auxiliares marroquíes recrudecieron ayer el control fronterizo en el paso de Beni Enzar: los coches entraban con cuentagotas a Melilla.
Están en el monte Gurugú, hace frío y saltarán la valla en cualquier momento. En la madrugada de ayer un centenar de inmigrantes subsaharianos intentó acercarse al perímetro fronterizo de la ciudad para tratar de entrar en Melilla, pero las Fuerzas Auxiliares marroquíes lo impidieron.
En torno a las 3:50 horas de la madrugada de ayer, los inmigrantes amagaron con aproximarse a la valla por la zona de Farhana y aunque no lo lograron, mantuvieron en jaque a la Guardia Civil hasta las seis de la mañana.
Las Fuerzas Auxiliares marroquíes y la Benemérita activaron sus respectivos protocolos ‘antiintrusión’ alrededor de las cuatro de la madrugada. En el operativo de la parte española participó el helicóptero asignado a la vigilancia de la frontera.
La Guardia Civil desplegó sus agentes a todo los largo de la valla en las inmediaciones del paso fronterizo de Farhana, aunque los inmigrantes ni siquiera lograron acercarse: Marruecos lo impidió.
Es el segundo intento de salto a la valla, por la zona de Farhana, que se registra en la última semana. El anterior tuvo lugar el 24 de septiembre entre ese mismo paso fronterizo y el Cerro de Palma Santa. En esa ocasión sólo intentaron saltar la valla unos 15 inmigrantes: ninguno lo consiguió.
Se habían ido del Gurugú
En los últimos tres años, la llegada del otoño y el invierno traía aparejado un recrudecimiento de la presión migratoria en Melilla.
Este año parecía que iba a ser distinto porque las ONGs habían constatado que quedaban muy pocos subsaharianos en el Gurugú. De hecho, comentaron a El Faro que los inmigrantes se habían desplazado hacia el interior de Marruecos a localidades como Segangan, a unos 20 o 30 kilómetros de Melilla. Allí estarían trabajando para reunir dinero y poder pagarse un billete en una patera.
Según explicó a este periódico José Palazón, responsable de la ONG Prodein, los subsaharianos habrían desistido de saltar la valla por temor a la brutalidad policial de las Fuerzas marroquíes.
Dos frentes abiertos
Sin embargo, el frío aprieta y ese centenar de inmigrantes que ayer trató de saltar la valla de Melilla volverá a intentarlo. Marruecos tiene dos frentes abiertos. Uno con los refugiados sirios en el control fronterizo de Beni Enzar y otro, con los subsaharianos en la valla. En cuanto los ‘mejanis’ se relajen, se producirá la avalancha. Los sirios correrán en dirección a la oficina de asilo y los subsaharianos hacia el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Ayer por la mañana, coincidiendo con la visita a la frontera de un eurodiputado español, las Fuerzas Auxiliares del país vecino recrudecieron los controles en el principal paso fronterizo de la ciudad. Los coches entraron desde Marruecos con cuentagotas.
Fuentes policiales aseguraron a El Faro que no tenían claro qué estaba pasando y achacaron la ralentización del tráfico a la presión de los refugiados sirios que intentan pasar a Melilla para poder pedir asilo en Beni Enzar.
Como ya ha publicado El Faro, Marruecos lo impide porque los ‘mejanis’ se llevan mordidas de las mafias que cobran entre 2.000 y 3.000 euros a los sirios por pasaportes de marroquíes con los que guardan parecido físico.
Activistas pro derechos humanos han acompañado a familias sirias al control marroquí para explicar su intención de pasar a Melilla a pedir asilo y las Fuerzas Auxiliares de Marruecos les han negado el paso. Si no hay ‘mordidas’, los sirios no pasan.
‘Las Lágrimas de África’, retrato de Melilla
La artista Amparo Climent presentó ayer en Madrid su documental ‘Las lágrimas de África’, un duro retrato de la inmigración, rodado en la valla de Melilla y los campamentos de refugiados de Bolingo y monte Gurugú.
Narrado en primera persona y filmado por la propia autora, el documental parte de un primer viaje realizado por Climent en 2014, para conocer de primera mano la realidad de cientos de subsaharianos que esperaban el momento de cruzar a Europa, a través del mar o saltando la valla.
Climent compartió con ellos la oscuridad del monte y el miedo y fue testigo de varios saltos, persecuciones y de la violencia policial traducida en escalofriantes imágenes que pretenden ser un documento de “denuncia” y de “vergüenza”. Pero también recoge historias cotidianas y la lucha diaria de estas personas. En los campamentos, la realizadora recogió más de cuarenta dibujos y cartas escritas en cartones y papeles por los subsaharianos y los llevó en febrero pasado al Parlamento Europeo. Allí formaron parte de una exposición, junto con fotografías realizadas en la valla por profesionales como Fernando G. Arévalo, Teresa Palomo, Javier Bauluz, José Palazón, Antonio Ruiz, Sergi Cámara, Santi Palacios, Miguel Landa, Xoan Perillan y la propia Climent. ‘Las lágrimas de África’ se estrena hoy en la sala madrileña Artistic Metropol.
Frontex coloca a Melilla y Ceuta entre las principales rutas de la inmigración
La Agencia Europea de Gestión de Fronteras contabilizó 7.842 entradas por las dos ciudades autónomas en todo el año pasado
La Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea (Frontex) sitúa a Melilla y Ceuta entre las ocho rutas de la inmigración en Europa.
Las dos ciudades autónomas se incluyen en la ruta del Mediterráneo Occidental, que el año pasado fue utilizada por 7.842 inmigrantes, según el informe ‘Países de tránsito:emprender los nuevos retos de la inmigración y el asilo’, hecho público el pasado miércoles en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE).
Según el documento al que ha tenido acceso El Faro, Melilla y Ceuta están en la lista negra de Frontex junto a la ruta del Mediterráneo central por el que en 2014 entró la mayor parte de inmigrantes a Europa (170.664).
Le sigue la ruta del Mediterráneo oriental con 50.834 inmigrantes ilegales; los Balcanes (43.357) y el paso de Albania y Grecia, utilizado por 8.841 personas. En quinto puesto están las dos ciudades autónomas españolas.
Preservar el derecho al asilo
El informe europeo también hace hincapié en la necesidad de que los Estados miembros de la Unión respeten el derecho al asilo de los inmigrantes que llegan a sus territorios. “Una vez que los inmigrantes o refugiados han llegado a la frontera de un país europeo, las autoridades deben evaluar sus necesidades de protección de forma individual, antes de decidir si se les deniega o no el acceso”. “Por desgracia esta obligación no siempre se cumple”. Y para ejemplificarlo, citan las ‘devoluciones en caliente’ de Melilla.
La ‘devolución en caliente’ inquieta a Europa
La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) aprobó el pasado miércoles una resolución en la que “se inquieta” por las “devoluciones en caliente” de inmigrantes que cruzan la frontera española por Melilla y Ceuta permitidas por la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, que entró en vigor el pasado 1 de abril.
El texto señala que “las modificaciones recientemente aportadas a la legislación española” ya han sido criticadas por el comisario de Derechos Humanos, Nils Muiznieks, porque pretenden “legalizar la devolución de inmigrantes” que llegan a las dos ciudades autónomas españolas del norte de África.
Ello, añade la resolución citando a Muiznieks, “está claramente en contradicción con las normas de derechos humanos”.
La resolución de la Cámara europea, que esta semana celebra una sesión plenaria, fue aprobada por 96 votos a favor, 15 en contra y 9 abstenciones y se enmarca en el informe “Países de tránsito: emprender los nuevos retos de la inmigración y el asilo”. La resolución pone a Turquía y Marruecos, como ejemplos “donde existe un potencial para mejorar la situación de los países de tránsito”, mientras que Libia sería “el contra-ejemplo desastroso” en la cooperación entre países de origen, tránsito y destino en materia de inmigración.
La asamblea centra sus debates en la respuesta humanitaria y política a la crisis de los refugiados en Europa y a la necesidad de cambiar el llamado Reglamento de Dublín por un nuevo sistema europeo de asilo.
La reforma española de la Ley de Extranjería legalizó las expulsiones sumarias en las fronteras de Melilla y Ceuta. Según prestigiosos juristas de nuestro país, esa modificación no tiene cabida en el marco jurídico. La norma entró en vigor sin un protocolo de actuación para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en la valla.
Europa considera que Marruecos actúa con menos violencia
El informe europeo ‘Países de tránsito:emprender los nuevos retos de la inmigración y el asilo’ reconoce que “la política migratoria marroquí ha evolucionado en particular desde 2013 por lo que el uso de la violencia por los funcionarios públicos contra los migrantes irregulares se hace menos recurrente”. Eso sí, el documento aclara que ese descenso de la violencia se nota al comparar la situación actual con la de hace 10 años.
Sin embargo, el documento recoge “los sucesos de febrero y marzo de este año, cuando unos 1.200 inmigrantes, entre ellos, 14 susceptibles de recibir protección internacional, fueron arbitrariamente detenidos en Marruecos” con la intención, según la opinión de ONG consultadas por los autores del informe, de “mantener una zona tapón alrededor de Melilla”.
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