Según ha podido saber este periódico, las autoridades de Marruecos están filtrando el paso de vehículos con mercancía dependiendo de la matricula del coche que lleva la carga; los marroquíes pasan, los españoles no.
Según fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, desde ayer, aquellas personas que se dedican al comercio atípico pero son de Melilla tienen vetado el paso al país vecino, en contraposición a los oriundos de Marruecos que pueden entrar y salir sin ninguna traba.
Se trata de un paso más de Marruecos en su política de hechos consumados respecto al funcionamiento del transito comercial en la frontera.
Primero fue, el pasado agosto, el cerrojazo de la aduana comercial de Beni Enzar y ahora se fija en el comercio atípico, beneficiando a aquellas personas marroquíes que se dedican a él y perjudicando, dejando sin trabajo, a los que son españoles.
La actitud de nuestros vecinos respecto a la economía que genera el comercio fronterizo no da lugar a interpretaciones, ellos defienden sus intereses le pese a quien le pese y sin que les preocupe el perjuicio que puedan generar al otro lado de la valla.
Un golpe más a la maltrecha economía de la ciudad.