El consejero de Fomento de Melilla, Miguel Marín, ha mostrado su escepticismo ante la reciente visita del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a la ciudad autónoma. En una rueda de prensa celebrada este miércoles, Marín ha expresado su decepción y ha subrayado la falta de compromisos tangibles por parte del titular de Interior. "Aquí lo importante no son las visitas, sino los hechos”. “Cuando uno tiene responsabilidad de Gobierno, lo que se le pide son hechos", declaró de manera contundente.
Marín lamentó que Marlaska no haya anunciado medidas efectivas para mejorar la seguridad en Melilla, como el incremento de efectivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional. "Si viene a Melilla para anunciar que se va a incrementar la cantidad de guardias civiles y policías nacionales, se lo agradeceríamos". "Pero si viene para no hacer nada, mejor que se quede donde está", criticó el consejero. Además, señaló la necesidad de crear puestos singularizados dentro de la relación de puestos de trabajo de las plantillas de la Guardia Civil y la Policía Nacional, especialmente para las funciones en los puestos fronterizos.
La gestión de la frontera ha sido un tema recurrente en el debate político de Melilla. Marín puso en valor el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y cuestionó la posición del ministro sobre la devolución en frontera.
Marín teme que la eliminación de la devolución en frontera genere un "efecto llamada" para la inmigración irregular y defendió que este mecanismo ha funcionado de manera efectiva durante años y que su eliminación podría derivar en un incremento de la presión migratoria en la ciudad. "Si ha funcionado bien, lo lógico es que continúe". "Suprimirlo solo provocará que cualquiera pueda dar un pequeño paso y se sienta con derecho a entrar de manera irregular en nuestro país", advirtió.
Según Marín, el impacto de esta decisión no solo afectará a Melilla, sino a toda España. "Es un error, un gran error", aseveró, insistiendo en que el Gobierno central debe proporcionar soluciones reales y no tomar medidas que agraven la situación.
Las declaraciones del consejero reflejan el clima de tensión política entre la Administración Local y el Gobierno central. La gestión de la frontera y la seguridad siguen siendo puntos de fricción, con acusaciones de falta de atención a las necesidades específicas de Melilla. "La ciudad necesita hechos y no visitas vacías de contenido", insistió Marín, subrayando que la situación actual requiere soluciones inmediatas y efectivas.
Marlaska en Melilla ha hecho lo mismo que Marin en FITUR: nada bueno. Son vomitivos. Vergüenza