l El músico melillense recibió ayer un emotivo homenaje por dedicar toda su vida a la difusión de la cultura
“Mariano Salgado, más que un director, es un padre para todos los del Orfeón”. Así lo aseguró ayer a El Faro Sergio Soler, componente del Orfeón Padre Victoria desde hace más de diez años. Ayer él y otros cantantes y músicos de la ciudad ofrecieron un reconocimiento muy emotivo a Salgado. Este melillense, que ha dedicado toda su vida a la música, apenas podía creer que más de 300 personas se pusieran en pie para aplaudirle durante varios minutos en el teatro Kursaal.
El director del Orfeón Padre Victoria lleva tres años enfermo, pero los componentes de esta agrupación continúan ensayando a la espera de que su ‘maestro’ vuelva a prepararles para un concierto.
Salgado no podía hablar ayer porque su enfermedad se lo impedía, pero su mujer Chelo fue la encargada de prestarle su voz. “Mariano Salgado pasará, como todos, pero el Orfeón Padre Victoria, continuará”, aseveró. Esta frase desató más minutos de aplausos, momento que aprovecharon los componentes de esta agrupación, del Coro Ciudad de Melilla y de la Coral Polifónica para abrazar a este gran músico. Y es que sobre las tablas del escenario del teatro se reunieron las tres agrupaciones de voces más destacadas de la ciudad. Salgado y su mujer subieron al escenario para recoger una placa que le entregaron la consejera de Cultura, Simi Chocrón, y la viceconsejera del Mayor, Carmina San Martín, en la que se reconoce el esfuerzo de este melillenses por difundir la cultura.
Quinteto El Tango
Éste fue el ‘primer plato’ de una noche dedicada a la música, ya que ayer se celebró su Día Internacional. Tras el emotivo homenaje dedicado a Salgado, el escenario del Kursaal contó con la actuación del quinteto El Tango. Este grupo formado por dos músicos, dos bailarines y un cantante realizó un repaso al estilo musical que les da nombre.