El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, aseguró ayer en Melilla que está al tanto de que Marruecos no deja entrar en su territorio al Padre Esteban Velázquez, un jesuita español que llevaba tres años al frente de la Delegación de Migraciones del Arzobispado de Tánger en Nador. Sin embargo cree que a España no le corresponde resolver ese problema. “Entendemos en estos momentos que es un tema bilateral entre el Reino de Marruecos y la Santa Sede”, dijo a preguntas de El Faro.
“Hemos seguido el tema, como es natural, al tratarse de un ciudadano español”, señaló el jefe de la Diplomacia, de visita este fin de semana en la ciudad para recorrrer las zonas afectadas por el terremoto de 6.3 grados, que sacudió Melilla el lunes pasado.
De esta forma, fijó ayer cuál es la posición de nuestro Gobierno respecto al hecho de que la Gendarmería Marroquí haya impedido el paso a Nador al Padre Esteban el pasado lunes 11 de este mes.
El arzobispo de Tánger, Santiago Agrelo, confirmó el jueves a La Ser que la decisión de Marruecos de no permitir la entrada en su territorio al Padre Esteban es firme y que el religioso, que permanece en Melilla, deberá determinar con los Jesuitas cuál será su próxima misión y destino.
Según la Cadena Ser, el obispo de Tánger llamó al embajador de España en Marruecos al día siguiente de que Nador impidiera la entrada al Padre Esteban. También habló con el Encargado de Negocios de la Santa Sede. Ambas instituciones habían sido ya informadas de lo ocurrido por las autoridades marroquíes. Este detalle sorprendió a Monseñor.
No es un espía
Los motivos por los que Marruecos ha vetado al Padre Esteban no los sabe nadie a ciencia cierta. El embajador español en Marruecos, Ricardo Díez-Hochleitner, explicó al arzobispo Agrelo que “son competencias que tienen los Estados y las ejercen”.
Agrelo ha enviado una carta al Padre Esteban en la que le agradece la labor realizada en Nador. Marruecos lo “ha tratado como a los inmigrantes a los que tampoco deja entrar por las fronteras”, señaló el arzobispo de Tánger.
Agrelo explicó además que la acusación de “espía” hecha al Padre Esteban, a raíz de que recopilara datos económicos sobre el Rif, es pura “fantasía”.
El arzobispo de Tánger no tiene la menor duda de que ese trabajo era para la escuela de formación Baraka, con la que colaboraba el jesuita, que busca salidas profesionales para jóvenes marroquíes. En cambio descarta que el veto se deba a la labor proselitista del Padre Esteban, porque a los cristianos les ampara un documento de hospitalidad de la época de Hassan II.