Un grupo de madres de alumnos del colegio Pedro de Estopiñán exige una puerta segura por la que puedan salir sus hijos. Están cansadas de ver cómo pasan los años sin que haya cambios y de demandar de forma interna mejoras para contar con una puerta más amplia y sin escaleras y que no tengan respuestas sus peticiones. Los estudiantes de este colegio lleva diez años saliendo por una puerta auxiliar porque la principal está en una zona aún peor. Cuando se comenzó a usar esta entrada y salida se dijo que iba a ser provisional. Pero tras tantos años sin buscar soluciones, esa puerta deja de ser de utilización temporal.
Las madres de los estudiantes del Pedro de Estopiñán se han hartado de demandar mejoras sin ser escuchadas y sin que haya cambios en este aspecto.
Y lo que les llevó a poner un pie en pared fue el inicio este curso. El primer día de clase cuando comenzaron a salir los pequeños de Primaria se armó un gran jaleo en la puerta. Ésta es pequeña y para acceder a ella hay que subir escaleras. Además, muchos padres se ponen en medio impidiendo una salida ordenada de los niños y provocando que ni los alumnos vean a sus progenitores ni que las familias encuentren a sus hijos.
Este grupo de madres explicó a El Faro que los niños lloraban desconsolados porque no veían a sus padres, a algunos les dio hasta una crisis de ansiedad y también hubo padres que creían que sus hijos se habían perdido del gentío que se acumulaba en la puerta.
Durante estos diez años, argumentan las madres, se ha pedido al director que hiciera algo. Pero no habían recibido respuesta y si les respondía era que no podía hacer nada o que no era problema suyo lo que pasara de puertas para afuera del colegio.
Estas familias entienden que un director de un centro debe preocuparse por sus alumnos y que salgan bien, sin caerse en unas escaleras o perderse a la salida forma parte de su misión. Les llegó a decir que era un problema de los padres cuando estas madres creen que al menos podía estar en la salida para poner orden y llamar la atención de los familiares que se ponen en medio buscando a sus hijos sin pensar en el resto. Para las madres que han denunciado esta situación, el director debe garantizar una salida segura del colegio para sus estudiantes.
Pero es que los problemas en este centro vienen de lejos. El grupo de madres explicó que hubo algún problema en la construcción del centro y se tuvo que girar, por lo que la puerta principal del centro da una zona cuyo acceso es más complicado. Hay que dar un rodeo o pasar por zona militar, y tiene enfrente una mezquita, que sobre todo los viernes colapsa la zona por el rezo.
Con todas estas dificultades se optó por usar la puerta auxiliar de forma temporal hace diez años. De ahí que estas madres insistan en que ya no es temporal sino que se ha convertido en permanente.
Tras el primer día de clase y la mala experiencia que tuvieron con sus hijos este grupo de madres, adoptaron la decisión de hacer una queja formal al director del centro. Insistieron en que llevan años demandando cambios y ahora querían hacerlo de forma oficial con una voz única. Intentan hablar con el director pero les pide que cojan una cita. Cuando van a coger la cita, les asegura que el miércoles en el horario de tutoría hablará con ellas. Ese día llega a la reunión, aunque con retraso, y les dice que no puede buscar una solución, aunque las madres insisten en que es su responsabilidad garantizar una salida segura del colegio para sus hijos.
Las madres deciden registrar un escrito en el centro para que quede constancia de sus demandas y dejan el silencio guardado durante años para publicar en redes sociales lo que pasa en el centro.
El día que entregaron el escrito recogieron firmas y las familias le decían que no iba a servir para nada porque nadie las iba a escuchar. Sin embargo, al día siguiente, cuando llegaron al centro, se encontraron con que se habían pintado dos líneas amarillas en el suelo para marcar el espacio en el que deben quedarse los padres y dejar un pasillo para que puedan salir los niños. Además, el director, según estas madres, salió a explicar esta medida y a vigilar la zona. Y creen que ese cambio de actitud se debe a la publicación de este tema en redes sociales.
Pero no se conforman. Estas madres exigen que de una vez por todas se dé una solución a este tema de la puerta. Mientras que hace una obra para mejorar los accesos y salidas del centro, ven bien que se haya tomado esta medida de las líneas amarillas. Pero esperan que el director siga saliendo cada día para poner orden. Insistieron en que esas marcas en el suelo son una resolución provisional y no definitiva al problema que hay.
Creen que su centro está “dejado de la mano de Dios” y van a pelear para que se arregle este tema y otros. Aseveraron que la puerta principal se usa para el aula matinal y para el comedor. Indicaron que recoger a los niños un viernes después del comedor es casi imposible debido a la gran cantidad de gente que hay para rezar en la mezquita. Lamentaron que se llame a la Policía Local para que ponga orden y no reciban respuesta.
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