La Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional volvió a aparecer ayer por La Cañada. Entre cinco y seis furgones restringieron el tráfico de vehículos por la Carretera de Hidum. Aparcados a unos 30 metros del parque del barrio, controlaban la documentación de las personas que circulaban por allí poco antes de las 19:00 horas.
Fuentes de la Jefatura Superior descartaron que se tratara de una operación de calado. “Esto es rutina. Hacen controles aleatorios. Se tira la red para ver qué cae”, comentaron a El Faro.
Las mismas fuentes negaron que desde Comisaría estén ensañados con La Cañada. “Estamos haciendo controles similares en distintas partes de la ciudad y a más o menos a la misma hora (al atardecer) porque se interrumpe menos el tráfico”.
Criminalizar el barrio
Sindicatos policiales como la Unión Federal de Policía (UFP) denunciaron el 13 de enero en FaroTV que los agentes no pueden entrar en La Cañada sin ser apedreados, lo que vendría a justificar el macrodespliegue visto en la tarde de ayer.
No hay que olvidar que el pasado 26 de septiembre una patrulla de la Jefatura Superior fue recibida a tiros en el barrio. Los policías tuvieron que huir a pie para salvar la vida y el vehículo que llevaban fue desvalijado. Los vándalos robaron una escopeta y un chaleco antibalas.
A los tres días del asalto al coche policial, la Jefatura llevó a cabo dos redadas en el barrio. Los agentes no entraban allí a hacer controles desde 2014, bajo el mandato del exjefe de Comisaría, Javier Nogueroles, que plantaba vehículos policiales en La Cañada día sí y día también.
En esas redadas apareció de todo: un prolongador de un equipo de transmisiones, 15 dosis de hachís, grilletes, mochilas, camisas, forros polares, anorak y chaquetas del uniforme policial... Todo, en un descampado del barrio.
El 16 de octubre, casi veinte días después del tiroteo a la patrulla en La Cañada, los efectivos de la Policía Nacional recuperaron el arma robada del interior del vehículo asaltado. Estaba en la antigua fábrica de ladrillos de la carretera de Farhana.
Pero el control policial en este barrio no gusta a todos. El líder de CpM, Mustafa Aberchán, ha criticado estos despliegues porque considera que la Administración tiene instrumentos para perseguir a los culpables y no a los inocentes.
Como publicó El Faro, el cepemista rechazó la criminalización que a su juicio está padeciendo La Cañada. Cree que los controles de seguridad que se han establecido y que muchos días mantienen cortada la Carretra de Hidum hacen parecer que éste fuera “otro territorio”.
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