El Salón de Actos de la Consejería de Cultura contó ayer con lleno absoluto para disfrutar de la ponencia de la cineasta Mabel Lozano, ganadora de dos premios Goya, que lleva dos décadas luchando por denunciar y visibilizar la trata sexual de mujeres y niñas por el mundo. Durante la ponencia también ha proyectado su cortometraje documental ‘Ava’, que ha sido multipremiado y ha conmocionado a miles de personas.
Mabel Lozano lleva dieciocho años visibilizando la trata sexual de mujeres y niños en el mundo. El primer Goya lo ganó con su cortometraje documental ‘Biografía del cadáver de una mujer’ (2020) y este año se ha llevado el segundo por ‘Ava’, un documental que denuncia la explotación sexual de una niña con discapacidad intelectual.
El salón de actos de la Consejería de Cultura ha contado con lleno hasta la bandera para disfrutar del coloquio de Lozano y la proyección de su obra, todo enmarcado dentro del programa de actividades de la Ciudad Autónoma para conmemorar el Día Internacional de la Mujer (8M).
Lozano, que se ha mostrado muy cercana con el público, ha comentado sus orígenes y cómo cambió su vida 2004 cuando conoció a Irina, una joven víctima de trata rusa, y decidió ponerse detrás de las cámaras y contar la historia de estas mujeres.
Veinte años después de aquel momento, la cineasta lamenta que, a día de hoy, todavía no se haya alcanzado una igualdad real entre hombres y mujeres. Hay clubes, rotondas y plazas donde “hay mujeres que están prostituidas, tenemos mutilación femenina, tenemos asesinatos... Todavía tenemos que trabajar muchísimo para ir de la mano”.
Pone de relieve que una de las formás “más perversas” de desigualdad es la prostitución. “Y la trata está detrás. Solo tenemos que mirar cuál es la cara de la prostitución en nuestro país: mujer migrante, cada vez más joven”, dice, que llegan en busca de una oportunidad. En ese sentido, considera que el cine es una manera de “visibilizar y concienciar” sobre la trata sexual.
“Yo tengo clarísimo desde que escuché a la mamá de Ava que siempre ha habido mujeres con discapacidad intelectual en el mundo de la prostitución”, ha indicado. Por eso lamenta que hasta ahora no se habla y no existen datos sobre ello, a pesar de que se vulneran todos los derechos fundamentales de estas mujeres.
Esto, cree, es algo que siempre ha ocurrido, pero de lo que “nunca se ha hablado”. Por eso, que un cortometraje que retrata y denuncia esta situación haya ganado un Goya es tan importante para visibilizar y sensibilizar sobre lo que está ocurriendo.
Por su parte, Blas Jesús Imbroda, presidente del Ilustre Colegio de Abogados de Melilla, que organiza la ponencia junto a la Ciudad Autónoma, ha expresado la “ilusión” de la institución por tener a la cineasta en Melilla. Asimismo ha querido poner en valor el compromiso permanente de Lozano con los derechos humanos y con la defensa y protección de las personas más vulnerables.
“Hace un trabajo inmenso en esos ámbitos y muy especialmente hoy al hablar de algo tan importante como la esclavitud del siglo XXI”, ha concluido.
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