La Semana Náutica, uno de los acontecimientos deportivos y sociales más importantes del verano melillense, requiere de una gran organización y del trabajo de cantidad de personas que la hacen posible. Entre todo el capital humano, destacan el grupo de 30 voluntarios que se reparten en las diferentes áreas de esta iniciativa. Tienen una edad media de unos 20 años y participan en este evento con ilusión, ganas de aprender, divertirse y aportar todo su esfuerzo para que estos días sean todo un éxito.
El director de la XIX Semana Náutica, Juan José Collado, afirmó ayer en declaraciones a este periódico que estos voluntarios son “fundamentales” para el desarrollo del evento. “No concebimos la celebración de la Semana Náutica sin la colaboración del voluntariado”, sostuvo.
Los jóvenes son uno de los pilares básicos de esta celebración y prestan su apoyo, ayuda y trabajo en las diferentes áreas. Los 30 chicos y chicas están repartidos en los puntos claves de la Semana Náutica, como son la organización del evento; el departamento de logística, encargado del montaje de las instalaciones y de que todo funcione correctamente; la oficina de regatas, lugar donde se formalizan las inscripciones de los participantes; movilidad, en apoyo a la seguridad del puerto; el Punto de Información Asistida (PIA), donde se atiende a los usuarios o la oficina de avituallamiento.
Todos los voluntarios, para poder participar en la Semana Náutica, tienen que tener una formación previa. Por este motivo, han recibido cursos de primeros auxilios, protocolo deportivo y soporte vital, según explicó Henar Moreno, una de las coordinadoras de voluntarios.
Desde la organización de la Semana Náutica valoran muy positivamente la actitud, ganas y responsabilidad que tienen estos jóvenes para que todo salga bien. La coordinadora de Organización, Chari Martínez, señaló que todos ellos coinciden en que participar en este evento deportivo es “una buena experiencia”. De hecho, ella misma comenzó en la Semana Náutica como voluntaria cuando tenía 16 años. “Tengo muy buenos amigos desde entonces, aparte del trabajo, hay mucho compañerismo”, afirmó.
Entre los voluntarios, hay veteranos y caras nuevas, incluso jóvenes que han pedido días de vacaciones en su trabajo para poder acudir a la Semana Náutica.
Cristina Muñoz, que está en avituallamiento, lleva cuatro años participando en la Semana Náutica porque es “divertido y diferente”. Tiene la oportunidad de conocer gente nueva y hacer amigos entre el resto de jóvenes.
El gusto por el mar y el deporte es otro de los motivos por los cuales los chicos se animan a participar en el evento, como es el caso de Ouarda Mohamed, una de las encargadas de los talleres infantiles.
Rocío, Alejandra y Mari Paz son voluntarias que desarrollan su labor en el PIA. Allí, son la cara visible del acontecimiento deportivo y atienden a todas las personas interesadas en las actividades programadas en el marco del evento. Es la primera vez que estas tres chicas colaboran con la Semana Náutica y no dudan en repetir el próximo año.
Hasta el domingo, estas piezas clave de uno de los eventos más importantes del verano melillense darán lo mejor de sí mismos para que todo salga a la perfección.