Fuentes cercanas a uno de los heridos apuntan que hubo magrebíes implicados en la reyerta del lunes.
“Los sirios nos vamos de nuestro país para ponernos a salvo, no para que nos hagan daño”. Ésta fue la reacción de una ciudadana siria, cercana al refugiado que fue herido el lunes en una riña.
Según aseguró esta siria, además de los argelinos, a los que culpa de ser los causantes de la pelea, en ésta estuvieron implicados marroquíes que no residen en el centro y que merodean frecuentemente por los alrededores para robar.
Asimismo, esta persona aporta más detalles sobre la reyerta de los que El Faro recabó por medio de las fuentes oficiales. Según esta refugiada, todo comenzó en el comedor del CETI entre un sirio de origen kurdo y un argelino que “tuvieron un problema” y decidieron salir fuera del centro para resolverlo.
Una vez a las puertas de las instalaciones, el sirio resultó herido no sólo por el otro residente del CETI, sino también por un grupo de magrebíes que no viven en el centro y que, según esta siria, merodean la zona para intentar robar a los residentes.
Una raja en el cuello
El encontronazo dejó al sirio, según esta refugiada, cercana al agredido, con una raja en el cuello que iba “desde la cabeza hasta el cuello”. “Entró en el CETI lleno de sangre y fue cuando llamaron a urgencias”, sentencia esta testigo visual de los hechos.
“Ahora se encuentra en la enfermería del centro con alrededor de 30 heridas”, añade esta refugiada que, ante esta situación, dice que siente que “la Policía no puede protegernos”.
“Saben que el centro es peligroso y no entiendo por qué no se llevan a los ladrones magrebíes de la puerta, que tantos problemas nos han causado”, concluye esta refugiada al respecto.
Por otra parte, esta ciudadana siria apunta que ayer por la mañana se llevaron arrestados a algunos argelinos que estuvieron implicados en la reyerta. Asimismo, apuntó que los que no residen en el centro y que se vieron inmiscuidos en la pelea escaparon sin que fueran localizados por la Benemérita.