La inflación ha retrocedido en noviembre en toda España y lo ha hecho también en Melilla, pero de manera menos acentuada que en el resto del país.
En la ciudad, los precios de los hoteles, bares y restaurantes han subido desde octubre un 1,9%, aunque también se ha registrado el incremento de casi un punto en ropa y calzado y en bebidas alcohólicas. El ocio está por las nubes.
El aumento de los precios en noviembre un 7,4% nos convierte en la sexta autonomía con la inflación más alta de España; casi dos puntos por encima de Madrid (5,8%), que es la comunidad menos inflacionista del país.
Paralelamente, en octubre se crearon 12 nuevas empresas en la ciudad y eso es un buen síntoma para nuestra economía. En la calle se percibe el espíritu emprendedor con la apertura de dos bares de copas; dos joyerías, una tienda de alimentos gourmet, entre otras.
Melilla empieza a levantarse y en cuanto abra la aduana comercial en enero, si se cumplen las previsiones del Gobierno, los precios previsiblemente se desinflarán con la entrada de materia prima más barata que la que importamos de la península que no solo mantiene los precios de la península sino también el recargo del transporte hasta nuestra ciudad.
La bonificación al transporte de mercancías sigue sin materializarse y los melillenses lo notamos hoy más que nunca en nuestros bolsillos. Ya hacía falta antes de la subida desmesurada de la inflación. Ahora es urgente.
No obstante, las familias tienen a corto plazo un nuevo respiro. El inicio de los Planes de Empleo de la Delegación del Gobierno, en la última semana de este 2022, dará oxígeno al millar de melillenses que empezarán a ser contratados antes de que finalice año y aún está por salir el Plan de Empleo de la ciudad con otros 582 puestos de trabajo.
Todo esto se notará sin duda en la economía de la ciudad.
Yo estuve en melilla 5 días,desayunando y comiendo normal.los precios me parecieron muy baratos.menos la cafetería del parque Hernández 5 euros una porción tarta queso
Café torrefacto del malo que es un laxante, acidez extrema unida a agua de la peor calidad o cargada de cal. Leche de la más baratuna, 2 sobres de azúcar puestos por sistema por camareros con costumbres marroquíes o lo que es igual a 18 gramos para que te de un patatús.
Todo de la peor calidad y lo más baratuno para que salgan las cuentas. Luego no hay una pastelería que haga honor a ese nombre...
Barato, barato y siempre barato.
Los hoteles es patético 80 para arriba..prefiero cruzar la frontera y pagar 40.