El colectivo protestó porque en la puerta del mercado se vende pescado sin licencia l Algunos serán sancionados por tener empleados sin contrato
El pescado llegó como todos los días al mercado de El Real sobre las 9:45 horas. Pero los pescaderos impidieron que se descargara de las furgonetas de reparto. Se pusieron en huelga o eso les decían a los compradores que se aceraron ayer hasta este mercado. Se ‘amotinaron’ para evitar que se descargara el pescado porque afirman que en la puerta hay un gran número de vendedores ilegales que no pagan impuestos y que ofrecen un pescado sin garantías y más barato a los ciudadanos. Se quejan de esta competencia desleal. Pero hay más en esta protesta. Responsables del mercado de El Real explicaron a El Faro que la Consejería de Bienestar Social y Sanidad va a multar a algunos de los pescadores que tienen licencia porque en sus puestos hay personas ‘ilegales’, es decir, que no están dadas de alta en la Seguridad Social ni cuentan con el carnet de manipulador de alimentos ni un contrato, es decir, porque no cumplen con las normas que exige la Ciudad.
La ‘revolución’ de los pescadores, según un hostelero de la ciudad que se acercó a este mercado de abastos para hacer su compra, comenzó porque no querían descargar las bandejas de pescado de las furgonetas. Según este comprador, los pescaderos gritaban que no les salen las cuentas de sus negocios porque en la puerta de este edificio hay un gran número de vendedores ilegales con pescado más barato que no pasa las inspecciones de los veterinarios y que están al sol durante todo el día. Esos pescaderos ‘improvisados’ eran unos pocos hace unas semanas y se dedicaban, sobre todo, a la venta de moluscos. Sin embargo, desde que comenzó el Ramadán hay más ‘ilegales’ en la puerta y con todo tipo de pescados, desde boquerones a jureles, gambas y cigalas. Exigen que desaparezca esta competencia porque daña sus negocios.
Desde la dirección del mercado de El Real aseguran que a diario llaman a la Policía Local para que desaloje a los pescaderos ilegales y les requise los productos que venden en la calle porque los compradores corren el riesgo de que estén en mal estado y por lo tanto, dañar su salud. Además, también intentan proteger a los pescaderos legales que pagan sus cuotas de impuestos de forma regular y que llevan al día el alquiler de su puesto en este edificio. Sin embargo, también afirman que hay otros motivos detrás de la ‘rebelión’ de ayer de estos comerciantes de El Real: Las sanciones que pueden recibir en unos días.
Sancionados por la Ciudad
Algunos de los pescaderos legales tienen en sus puestos a personas limpiando el pescado y echándoles una mano a la hora de dispensar los productos. Sin embargo, no todos estos empleados cumplen con los requisitos para estar en ese puesto. No tienen el carnet de manipulador de alimentos, obligatorio para poder realizar esta profesión en los mercados de la Ciudad, y no están dados de alta en la Seguridad Social. Por lo tanto, estos pescaderos cuentan con ‘ilegales’ de cara al público o el pasillo que hay tras las casetas para despiezar o limpiar el pescado.
Desde la dirección del Mercado de El Real no se quiso detallar cuántos pescaderos tienen un parte abierto y recibirá en unos días la multa por esta práctica. Sin embargo, se destacó que fue otro de los motivos que llevó a la ‘revolución’ y a la ‘pequeña huelga’ que hizo ayer el colectivo.
Aviso a la Policía Local
Los ánimos estaban tan calientes en el mercado que los responsables tuvieron que avisar a la Policía Local y también a sus superiores para que pudieran poner calma entre los pescadores y abordar este tema con tranquilidad.
Sobre las 11:30 horas se logró que varios representantes de los pescadores hablaran con tranquilidad sobre sus reivindicaciones con los coordinadores de este mercado y llegaron al acuerdo de que era necesario que redactaran un escrito y lo presentaran en la Ciudad exponiendo sus reclamaciones y sus protestas en lugar de armar un gran jaleo como el de ayer.
Finalmente a las 12:00 horas el pescado estaba en los mostradores pero a esa hora muchos compradores habían rehusado comprar pescado en este lugar y se habían marchado a otras pescaderías. La ‘revolución’ costó las ventas de ayer a un gran número de pescaderos de El Real.