El primer día del 2025 estuvo marcado por la lluvia en Melilla lo cual invitaba a pasar la mañana en casa, aunque también fueron muchas las personas que optaron por empezar el nuevo año con energía y para ello nada mejor que acudir a una churrería para comer este suculento producto acompañado por un chocolate caliente.
Posteriormente, muchas familias se reunían en torno a la mesa para festejar el Año Nuevo, aunque otras optaron por dormir hasta tarde.
En vista de que el día no se prestaba para caminar por el Paseo Marítimo, muchos melillenses optaron por acudir hasta la emblemática churrería Lepanto para degustar este delicioso manjar, acompañado por un buen chocolate caliente o por un café con leche a gusto del consumidor.
Érica era una de las clientas que decidió acudir hasta este local: “con el clima que tenemos hoy me apetecía venir a esta churrería porque están riquísimos los churros y las porras. He comido tres, así que pequé un poquito”.
Y como esta joven, muchas familias pensaron que lo mejor que se podía hacer ayer por la tarde era empezar el año con energía, tal y como nos contaba Mohamed: “hemos tomado un chocolate con churros, un café y el niño un cacao. Nos escapamos de la lluvia un rato”.
En Navidad, además, esta tradición gana adeptos y predispone el cuerpo a salir a la calle, pasear viendo las luces navideñas y, de paso, acudir a la churrería o cafetería de confianza para tomar unos buenos churros con chocolate.
En cada ciudad aunque existan muchos establecimientos donde tomar unos churros de calidad, siempre hay ciertos puntos que son referencia ya sea por su localización, su experiencia o por todo a la vez. Esto le sucede a la Churrería Lepanto.
Pese a que en estas fiestas, las comilonas son la tónica general siempre podemos hacer un hueco para degustar este manjar.