Este lunes 20 de enero está catalogado como el Blue Monday, o lo que es lo mismo, el día más triste del año. Así lleva siendo durante un tiempo, que el tercer lunes del primer mes del año es considerado comúnmente como uno de los peores días del año, aunque esto evidentemente es algo meramente simbólico y que depende de cada uno.
Quizás se haya decido que el tercer lunes de enero sea el día más triste del año por eso de la llamada cuesta de enero, a la cual todos tememos tras un diciembre lleno de gastos y una vuelta a la rutina que cuesta más de los normal tanto en lo anímico como en lo económico. Lo que es seguro es que para muchos puede ser el peor día del año y para otros el mejor, depende de las circunstancias de cada uno.
Origen e historia del Blue Monday
En 2005, el psicólogo Cliff Arnall dio forma a un método para superar la melancolía de enero y llamó al tercer lunes de enero como el "día más triste del año". Aunque no hay una base científica que demuestre que sea así, son muchos los que aun así han hecho suyo esta jornada como la ideal para que aflore la añoranza y la pesadumbre.
Según las teorías, basadas en la fórmula matemática de Arnall, influyen las deudas, las pasadas Navidades y un momento en el que comienzan a decaer las ganas de llevar a cabo los propósitos de cada uno tras Año Nuevo. Además, la motivación y la rutina confluyen y ayudan a que este tercer lunes de enero se considere el más triste de los 365 días que componen el calendario.
El origen del Blue Monday está estrechamente ligado a una campaña publicitaria. La fórmula de Arnall fue encargada por una agencia de viajes como parte de una estrategia para vender más paquetes vacacionales en enero, un mes tradicionalmente lento para la industria del turismo. La idea era que las personas, al sentirse deprimidas, estarían más inclinadas a reservar unas vacaciones para escapar de su tristeza.
Con el tiempo, el concepto del Blue Monday se ha extendido más allá de la industria de viajes y se ha utilizado para promocionar una variedad de productos y servicios, desde ropa hasta programas de bienestar. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que el Blue Monday es, en esencia, una construcción comercial.
¿Qué piensan los melillenses?
El Faro ha salido a las calles de Melilla para preguntar a sus habitantes qué opinan acerca de esta vertiente y si comparten que este lunes 20 de enero es el día más triste para ellos y por qué. También servirá para salir de dudas de si en la Ciudad Autónoma se creen esa tendencia o si lo ven algo sin importancia.
“Todo depende de la persona, hay personas que tienen muchos días tristes al año y hay personas que viven más felices. Que sea siempre el tercer lunes me parece una tontería, porque no hay motivos para pensar en eso, todo depende de la persona”, dijo Antonio.
Por su parte, Manolo explicó: “Para mí es otro día más, otro día como otro cualquiera, maravilloso que estoy disfrutando, yo no lo veo triste. Es verdad que el cielo está nublado, pero eso no es cosa de las personas”.
“Es que es otro día más, yo creo que es una tontería porque hay días buenos que se convierten en malos y días malos que se convierten en buenos, eso no tiene nada que ver”, comentó José Luis.
Por su parte, Julia dio su opinión: “Creo que es una cosa importada, es la primera vez que lo oigo y es un día como cualquier otro del año y no se debe de señalar como el más triste, no lo comparto mucho y no lo entiendo. Imagino que lo pondrán por la cuesta de enero, la vida está muy cara y la gente en Navidades han hecho un esfuerzo económico y puede ser que sea un lunes triste por esa razón”.
“Pues me parece una tontería sinceramente. Supongo que estará relacionado con la cuesta de enero, la capacidad económica de muchas familias que después de las Navidades se ven más justos en este primer mes del año, pero no lo entiendo, los días son tristes dependiendo de otras muchas cosas”, aseguró José.
Críticas a la fórmula
A pesar de su popularidad, la fórmula del Blue Monday ha sido ampliamente criticada por la comunidad científica. Dean Burnett, neurocientífico de la Universidad de Cardiff, ha calificado la ecuación como "una farsa" y "un sinsentido". Burnett argumenta que los factores incluidos en la fórmula son arbitrarios y no se pueden cuantificar de manera precisa. Además, señala que es imposible que el estado de ánimo general de todas las personas coincida en un único día.
Aunque el Blue Monday en sí mismo puede ser una invención, es cierto que enero puede ser un mes difícil para muchas personas. Después de las festividades, es común experimentar una "resaca emocional" debido al fin de las celebraciones y el regreso a la rutina diaria. Además, el clima frío y la falta de luz solar en muchas partes del mundo pueden contribuir a sentimientos de tristeza y desmotivación.
Sin embargo, estos factores no afectan a todas las personas de la misma manera. Cada individuo tiene su propia forma de enfrentar los desafíos emocionales, y lo que puede ser un mes difícil para algunos, puede no serlo para otros. Por lo tanto, muchos creen que es simplista y engañoso afirmar que el tercer lunes de enero es universalmente el día más triste del año.