La ciudad autónoma de Melilla, ubicada estratégicamente entre Europa y África, está consolidándose como un destino turístico atractivo, especialmente durante la temporada navideña. En 2024, gracias a iniciativas innovadoras y una oferta diversificada, la ocupación hotelera ha registrado cifras alentadoras que muestran un avance significativo respecto a años anteriores.
Durante las festividades navideñas de 2024, comprendidas entre el 22 de diciembre y el 7 de enero, Melilla ha logrado un promedio de ocupación hotelera del 85%, superando el 73% registrado en 2023. Algunos hoteles han llegado a alcanzar el 95% de ocupación en fechas clave como Nochebuena y Año Nuevo.
Entre los establecimientos más destacados se encuentran el Hotel Rusadir con un 93%, especialmente popular entre familias y parejas; el Hotel Tryp Melilla Puerto con un 88%, más popular entre viajeros de negocios y turistas en busca de comodidades premium; el Hotel Nacional con un 80%, con una oferta competitiva para turistas nacionales y el Parador de Melilla con un 90% gracias a su excelente ubicación y vistas panorámicas.
En el contexto nacional, Melilla ha logrado destacar frente a otros destinos tradicionales. Mientras regiones como la Costa del Sol y Canarias han registrado tasas de ocupación cercanas al 70% y 85%, respectivamente, Melilla ha superado estos números en fechas clave.
Esta mejora significativa se atribuye a una combinación de distintos factores como las políticas de incentivos turísticos, la mejora de las conexiones de transporte y la promoción de eventos culturales y festivos.
La conectividad de Melilla ha sido históricamente un desafío para su desarrollo turístico. Sin embargo, en 2024, se han logrado avances importantes con la ampliación de rutas marítimas y aéreas. Las compañías navieras reforzaron sus itinerarios desde Málaga y Almería mientras que las aerolíneas incrementaron las frecuencias de vuelos desde Madrid, Barcelona y Granada durante la temporada navideña.
Esto ha facilitado la llegada de turistas y también ha contribuido a reducir los costes del viaje haciendo que Melilla sea más accesible para visitantes nacionales e internacionales.
El aumento de la ocupación hotelera durante la Navidad de 2024 ha tenido un impacto económico directo e indirecto en la ciudad. Según estimaciones preliminares, el gasto promedio por visitante nacional ha sido de 400 euros, mientras que el gasto de los visitantes internacionales supera los 900 euros. Esto incluye alojamiento, restauración, compras y actividades.
El comercio local, en particular, ha experimentado un incremento en las ventas del 15% en comparación con el mismo periodo de 2023. La hostelería, otro sector clave, también ha reportado cifras récord con restaurantes y bares funcionando a plena capacidad en fechas señaladas.
La Navidad de Melilla es única al combinar tradiciones europeas y norteafricanas y cada vez más personas quieren disfrutar de ella hospedándose en la ciudad autónoma.
Bonos turísticos: Una herramienta clave
Uno de los elementos más destacados en el éxito turístico en Melilla en 2024 ha sido la continuidad del programa de bonos turísticos. Introducido originalmente en 2023, este esquema permite a los visitantes no residentes beneficiarse de subvenciones de hasta el 75% en los costes tanto de transporte como de hotel. En 2024, el programa se ha reforzado ampliando el número de beneficiarios y simplificando el proceso de solicitud.
De acuerdo con datos proporcionados por la Consejería de Turismo de Melilla, más de 9.000 personas han aprovechado los bonos turísticos durante las fiestas navideñas, lo que representa un aumento del 25% respecto al año anterior.
La estancia media de estos turistas fue de cuatro noches generando un impacto positivo en hoteles, restaurantes y comercios locales.
Desafíos y perspectivas futuras
A pesar de los avances logrados en 2024, Melilla enfrenta desafíos importantes para consolidar su posición como destino turístico durante todo el año. Algunos de estos retos incluyen diversificar más la oferta desarrollando estrategias para atraer a turistas en temporadas bajas; la mejora de las instalaciones hoteleras y los servicios públicos para satisfacer las expectativas de los visitantes; hacer promoción internacional para ampliar la base de turistas o garantizar que las prácticas para el crecimiento del turismo sean sostenibles.
De cara al futuro, las autoridades locales planean reforzar las políticas de incentivos, ampliar la colaboración público-privada y seguir promocionando a Melilla como un destino atractivo y único.