Los melillenses fallaron hasta siete claras oportunidades de conseguir su gol y los granadinos en su única llegada lo meten sin ninguna compasión.
El Casino del Real, representante melillense en el grupo IX de la Tercera División del fútbol español se volvió a quedar con la miel en los labios de puntuar fuera de nuestra ciudad, al caer por el resultado de 1-0 en tierras granadinas ante el conjunto del Huétor Tájar, uno de sus rivales directos por eludir los puestos de descenso directo.
Cabe destacar que el único conjunto que se hizo acreedor de los tres puntos fue el Casino del Real, que realizó un magnífico juego en todas sus líneas, a sabiendas de la importancia de estos tres puntos en juego pero la mala suerte de cara al marco granadino fue clave para venirse de vacío.
El encuentro comenzó con un único dominador como fue el conjunto del barrio de El Real que supo maniatar a cada uno de los jugadores rivales sin dejarles maniobrar en el segundo tiempo.
Pero como el fútbol es muy injusto a veces, en la única jugada durante los noventa minutos que se acercaron con peligro a la meta defendida por David, Raúl consiguió el único gol del partido para darle los tres puntos a su equipo.
A partir de este momento, la afición local se puso un poco nerviosa puesto que veía que los acercamientos a su portería fueron contínuos y en alguno podía caer el empate, pero los fallos de los delanteros melillenses fueron la nota predominante de este primer tiempo.
Al descanso se llegó con el resultado consabido de 1-0.
El patrón de juego durante el segundo tiempo no cambió puesto que el poder de los melillense se acrecentó aún más, puesto que no dejaron que durante estos minutos, los granadinos se acercaran a su área, pero la falta de puntería de este equipo como ya viene siendo habitual desde hace muchas jornadas les está haciendo perder muchos puntos en la presente liga regular, metiéndose en los puestos de descenso directo.
Una de las jugadas claves se produjo mediada la segunda parte, cuando tras el lanzamiento desde fuera del área de Amín, el portero local Cañí realiza una buena parada, pero su rechace le llega a las botas de Manolo que tras certero lanzamiento lo pone dentro de las mallas de la escuadra granadina, pero incomprensiblemente el juez de línea lo anuló por presunto fuera de juego que sólo vio él.
De aquí al final del partido fue un querer y no poder de los melillenses para conseguir el empate, pero se contabilizaron más de siete clarísimas oportunidades para conseguir el empate pero todas se fallaron.