En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20 de mayo 1942), que actualmente reside en Ayamonte (Huelva), cabe destacar el cuadro 'Los Caleros'; que se encuentra en uno de los pasillos de la planta superior del Ayuntamiento. Este cuadro, óleo de estilo impresionista fue una donación del artista con motivo de una exposición de pintura realizada en 1980 en tiempos de la Alcaldía de Rafael Giñel Cañamaque. La exposición fue presentada por el profesor ayamontino -Rafael Pérez Castillo- con el objetivo de unir culturalmente ambas ciudades. La Sala de Exposiciones de la Delegación de Cultura se ubicaba en ese tiempo en una esquina de la Calle O´Donnell, en cuyo interior embelleciendo el entorno, destacaba la presencia de un piano de cola. De la hemeroteca de la época de ese mismo año 1980 el pintor melillense Eduardo Morillas (1932-2021) expondría en dicha sala su 'Homenaje a Goya'. Pepe Gámez comenta la gran amistad y admiración que le unía al recordado Eduardo Morillas. El cuadro “Los Caleros” describe una escena costumbrista de los vendedores de cal que hacían un alto para descansar junto al Mercado de Ayamonte, plasmada al lienzo inspirado en una instantánea real tomada por el propio artista. La profesión de los Caleros está prácticamente extinguida, pero continúa presente en la memoria colectiva de los ayamontinos cuando por sus barrios y ayudados en el transporte por un burro gritaban ¡Cal Blanca!, ¡Cal Blanca !!!!..... Como homenaje a la tradicional profesión de los caleros el 4 de agosto del año 2002 con motivo de las Fiestas del Barrio del Salvador, el Ayuntamiento inaugura una escultura de un Calero con su burro de carga , obra realizada en poliéster por encargo al escultor Pepe Gámez. Dicha escultura se ubica en el Camino Real de La Villa muy próximo a los antiguos Hornos de Cal que humeaban en los cielos de Ayamonte. Pepe Gámez en su Centro Cultural de Ayamonte inaugurado en 1995, tiene expuesto un busto del que fuera uno de los caleros más icónicos como fue el conocido con el sobrenombre del “Litri”. Precisamente Litri es uno de los protagonistas que aparece en el reportaje “Cal y Caleros en Ayamonte”; realizado en 1994 por el Instituto de Formación Profesional León Ortega bajo la supervisión de Antonio Manuel González Díaz (youtube link: https://is.gd/Vjtc7g). Señalar que Pepe Gámez es un reconocido colaborador de la Asociación Melilla para la UNESCO desde el año 2005, a estos efectos informar un interesante dato como que desde el año 2011 “La Cal de Morón” (Sevilla) ha sido reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. La asociación cultural Hornos de la Cal de Morón ha impulsado la creación del Museo de la Cal. Pepe Gámez asevera entristecido que por el contrario en Ayamonte se ha perdido toda la peculiar riqueza urbanística tradicional del Barrio de la Villa y la de sus Caleros, quedando frustrado su propuesta de homenajear al 'Litri' en representación de todos ellos. La CAL es un material milenario que se ha empleado desde la antigüedad , que ha estado presente prácticamente en todas las culturas. En España existen testimonios de su fabricación desde época romana y árabe. Entre sus usos señalar que ha servido como material de construcción, producción artística en frescos y murales, agricultura e incluso en el tratamiento de las aguas. Su fabricación manual es un trabajo simple pero extremadamente penoso en un proceso cuyos productos más representativos son la 'cal apagada' y la 'cal viva', esta última empleada en el blanqueamiento o encalamiento de las casas – imagen icónica – en la que se han convertido muchos pueblos de Andalucía. Según artículos que aparecen publicados en el blog –El Alminar de Melilla- de Enrique Delgado; se describen las antiguas caleras de Melilla que se ubicaban en la Carretera de Hidum, donde se encontraban aquellos hornos de la Acera Negrete. El sugerente y ambicioso proyecto publicado en prensa local de la -Consejería de Cultura, Patrimonio Cultural y del Mayor – de convertir el Palacio de la Asamblea de Melilla en una galería de arte; requeriría de una gran labor de investigación, catalogación y documentación para la implementación de su dinamización y divulgación cultural.