Los Ángeles Guardianes han montado este sábado su llamada ‘papanoelada’, que se ha realizado por primera vez en Melilla a imagen y semejanza de otros lugares de España. Ataviados con sus disfraces de Santa Claus –uno de los requisitos, junto con tener una moto y llevar un juguete-, han entregado sus obsequios en la Iglesia Castrense para que los niños más necesitados puedan también disfrutar de la Navidad.
Después de depositar los juguetes a la entrada de la Iglesia Castrense, los moteros han dado una vuelta por las principales arterias de la ciudad y han entregado caramelos, vestidos de Papá Noel, a los niños que se han encontrado por el camino.
La acción solidaria forma parte de la campaña del kilo, en la que nunca se habían donado juguetes, pero siempre hay una primera vez y, tal como ha indicado el hermano mayor de la Cofradía Castrense, Andrés Domínguez, al ser familias con niños, seguro que lo van a agradecer.
La campaña del kilo está dirigida a personas que no son atendidas por Cáritas o el Banco de Alimentos y se sabe que tienen necesidades. Entonces se hace una colecta. Da igual que sean musulmanes o cristianos y, según sean con niños o sin niños, se les dan una serie de alimentos u otros.
Y es que, tal como ha admitido Domínguez, esta época “es dificilísima para la gente” incluso si tienen un sueldo, “porque simplemente con pagar la luz y la casa están asfixiados y también se merecen tener una Navidad”.
En este sentido, el hermano mayor ha recordado que las cofradías están precisamente para eso, ya que “la tercera pata de las cofradías es la caridad” y ellos tiene que estar siempre dispuestos a ayudar.