El conductor del vehículo abandonó a los subsaharianos en Marruecos tras evadir a la Guardia Civil.
Las mafias que trafican con seres humanos vuelven a tirar de ingenio para intentar colar a inmigrantes en Melilla por cauces irregulares. El pasado sábado, los agentes de la Guardia Civil hallaron a dos inmigrantes subsaharianos en el doble fondo de una moto de agua. Se trata de una estrategia totalmente inédita y que supone una vuelta de tuerca más al uso de vehículos para tratar de acceder a la ciudad autónoma ocultos a través de los pasos fronterizos.
La Comandancia de Melilla informó en la jornada de ayer de que el pasado sábado, sobre las 18:00 horas, se avistó una moto acuática, con un único ocupante, que se dirigía hacia la costa melillense a gran velocidad, en concreto hacia una boya que indicaba la presencia de alguna persona realizando pesca submarina.
El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) se puso en marcha para interceptar al conductor de la moto acuática, un varón de rasgos magrebíes. Sin embargo, al llegar a su altura comenzó a realizar maniobras evasivas, emprendiendo la huida hacia el vecino puerto marroquí de Beni-Enzar, al que logró llegar y dejar abandonada la moto acuática entre las escolleras del mismo. Una vez en tierra firme, el conductor escapó velozmente.
Al acercarse a la moto abandonada, los guardias civiles comenzaron a oír gritos y voces de auxilio desde su interior. Así pues, los agentes procedieron a examinar el vehículo y comprobaron que había un habitáculo oculto en el que se encontraban dos inmigrantes de procedencia subsahariana, ambos varones.
La efectivos de la Benemérita les ayudaron a salir del vehículo y comprobaron que los subsaharianos estaban en buen estado físico, sin que precisaran de primeros auxilios ni atención médica.
Acto seguido, se activó el protocolo de auxilio y rescate en el mar, vigente por el Convenio Internacional para la Seguridad de la vida humana en el mar (SOLAS), suscrito y ratificado por mayoría de países de la comunidad internacional. Así pues, las autoridades de Marruecos se hicieron cargo de los inmigrantes, al haberse producido el salvamento y rescate en área de su responsabilidad. También se ocuparon de la moto acuática, que no presentaba ninguna señal externa de identificación.