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También se le culpa de darle un puñetazo en la barriga, pero él niega ambas agresiones. Le piden un año de cárcel
Un hombre se enfrenta a una pena de un año de prisión tras ser acusado de agarrar del cuello a su mujer, que está embarazada, y golpear su frente contra la pared. La denunciante también afirma que su marido le dio “un puñetazo en la barriga”, aunque el inculpado niega ambas agresiones.
El suceso ocurrió el pasado 30 de marzo. Ayer se celebró la primera vista de este juicio en el Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla.
El Ministerio Fiscal le preguntó al acusado si había discutido con su cónyuge. “No, en ningún momento”, replicó éste, quien afirmó que, al llegar a casa, le preguntó a su mujer “si había hecho la comida”. “Me dijo que no, que la hiciera yo”. Añadió que ella “estaba chateando” y que le contestó “de manera desagradable”. “Entonces me fui”, aseguró, precisando que permaneció en la casa entre las 15:00 y las 15:30 horas.
“¿No la cogió del cuello?”
La fiscal continuó el interrogatorio: “¿No la cogió del cuello?”. “Eso es mentira”, contestó él. La acusación pública insistió y le preguntó por unas fotos (captadas por la Policía) en las que se observan “marcas de dedos” de las manos en el cuello de la denunciante, algo que él negó, aseverando que no sería capaz de agredirla “porque está embarazada”.
También rechazó haberle dado “un puñetazo en la barriga” y que la estampara contra la pared, golpeándola en la frente. “Las fotos lo reflejan”, subrayó la fiscal.
Acusación particular
En este juicio también intervino una letrada de la acusación particular, quien quiso saber si el inculpado prohibía a su esposa que saliera la casa, a lo que él respondió con un “no”. También negó que en el transcurso de la discusión arrojara un vaso al suelo. Según las imágenes tomadas por la Policía, había cristales rotos en el lugar de los hechos.
El abogado defensor le preguntó a su cliente si su mujer, que es marroquí y no habla español, “le exigía” que le gestionara “la residencia y la tarjeta sanitaria”. “Siempre protestaba por eso”, replicó el acusado.
Tras ello, declaró la supuesta víctima de maltrato, quien hizo un relato muy diferente de los hechos. Según afirmó, su tía había ido a la casa para llevarle la comida, algo que él le reprochó cuando llegó. “¿Por qué no la haces tú?”, afirmó que le dijo el acusado. Después, él le “gritó” y “cogió un vaso y lo tiró al suelo”.
“Me agarró del cuello”
A continuación, de acuerdo con su declaración, el acusado la “agarró del cuello” para después golpearla “contra la pared”. Además, afirmó que él intentó atacarla “con unas tijeras”, pero pudo esquivar el golpe. Después, él se marchó dando un portazo y ella llamó por teléfono a su hermana, quien habla castellano, para que avisara a la Policía Nacional de lo ocurrido.
La fiscal le preguntó si su marido le había golpeado en la barriga, a lo que ella respondió que sí. Tras llegar la Policía, fue trasladada a Urgencias del Comarcal.
El abogado del acusado insistió en el supuesto interés de la denunciante en que su marido le consiguiera la residencia legal. “Si hubiera querido eso, lo habría puesto como condición antes de casarme”, respondió ella.
Otros testigos
También declaró la vecina de enfrente, quien negó haber oído gritos y afirmó que el inculpado “es un chico maravilloso”. Aparte, el vecino de abajo confirmó que no había escuchado ningún altercado.
Además, declaró un agente de la Policía, quien recordó que la denunciante les refirió que su marido “llevaba tiempo maltratándola” y que notó “un arañazo en el cuello” de la presunta agredida.
El juicio se reanudará el próximo 4 de mayo con la declaración de un forense. La fiscal, aparte del año de prisión, reclama una orden que prohiba al acusado aproximarse a menos de 200 metros de la mujer durante dos años.