Las tiendas de ropa, librerías, comercios de accesorios y panaderías ya están adaptadas a la ‘nueva normalidad’. Se flexibilizan las medidas de seguridad, pero se quedan con nosotros para un largo tiempo el entrar en los establecimientos con la mascarilla, echarse hidrogel antes de pasar y respetar las distancias de seguridad en el interior. Los comerciantes de nuestra ciudad nos explican qué medidas han adoptado y aseguran que nos van a acompañar esta nueva realidad durante mucho tiempo. Todos tienen carteles de que es obligatorio entrar con la mascarilla, una vez dentro, cada uno ha ido adaptando su negocio.
En una tienda de accesorios nos indican ya en la puerta que hay que guardar la distancia de seguridad y hay un dispensador de hidrogel en la entrada.
Al llegar a una confitería, nos explican que no solo llevan las dependientas mascarilla, sino que ya en el obrador se toma esta medida de seguridad. También hay hidrogel a disposición de los clientes, por si lo necesitan tras pagar y las dependientas llevan guantes.
En un espacio como una librería, donde tocar los libros y ojear es parte de lo que hacen los clientes, se ofrece a hidrogel para poder tocar los libros sin problemas. Además, es obligatorio entrar con mascarilla porque no siempre se pueden guardar las distancias de seguridad.
En el caso de una tienda de ropa, nos explican que el hidrogel es obligatorio para poder tocar las prendas y los objetos de regalo que se ofrecen en el interior. Si alguien se prueba una camisa o una falda, se deja en burrito y luego se desinfecta con la plancha de vapor.
Y como en esta tienda, en otra de artículos de tecnología, se cuenta con mampara para separar al dependiente de los clientes. En este último local incluso rocían la alfombra con una mezcla de agua y lejía para extremar las medidas de seguridad en el interior.
Los melillenses que ha entrevistado El Faro indican que se sienten seguros comprando en las tiendas de la ciudad. Afirman que está muy bien que les exijan llevar la mascarilla puesta antes de entrar y también que se facilite en el acceso gel hidroalcohólico para las manos.
Yolanda, que salía de una tienda de zapatos, indicó que una de las medidas de seguridad que le ha llamado la atención, pero que ve con buenos ojos, es que se facilite una bolsa de plástico para probarse el calzado.
Una ciudadana, Celia, indicó que incluso hay comercios en los que dan guantes, por lo que se siente bien con estas medidas de seguridad. En cambio, Andrea, que la acompañaba, aseveró que hay locales donde se hace más hincapié en las medidas de seguridad que en otros. Las dos esperan que las medidas de seguridad permanezcan con nosotros durante mucho tiempo para sentirse bien mientras compran.
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