Que en Melilla gusta el tatuaje no es un secreto. No es difícil encontrarse por la calle gente de todo tipo, estética y gustos con alguna marca de tinta asomando por una manga, el cuello de una camisa o un tobillo.
Y se lo debemos a los chicos de Lighthouse Tattoo. Vienen de Peter Green, y recogen su testigo con un estudio lleno de calidad y trato humano.
Es cierto que los melillenses pecamos mucho de buscar la calidad en la Península, que si la ropa, muebles o aparatitos, pero ¿para qué demonios irnos a buscar tatuajes cuando contamos con Miguel y Pancho? No sólo por su acogedor estudio o el nivel de sus tatuajes, es su calidad humana lo que llena su estudio.
Siempre dispuestos a recibir a todo el mundo en su local, y siempre que uno entra se encuentra con amigos. Los profanos a lo mejor no conocen el procedimiento para crear su tatuaje... pues basta con pasar por allí y hablar con ellos. Sin más. Estilos los que quieran, tribal, old school, japonés... da igual. Déjense aconsejar, todos tienen la marca de la casa, la dedicación de sus creadores. Y si lo que prefieren es un piercing, también lo encuentran.
No todo se queda en tatuajes y pendientes, poco a poco se han ido implicando en su local, y ahora podemos encontrar allí camisetas, cinturones, parches, complementos.... que no se encuentran en otras tiendas. Tenemos mucho que agradecerles, han dado a Melilla un local digno y atractivo para los amantes de la tinta, una alternativa y una oportunidad. Y eso, amigos, en Melilla es todo un riesgo. Tras el hasta luego de Paqui y Pedro, uno sigue yendo para encontrarse a sus amigos.
Así que cuando tengan un hueco en la piel, ganas de una experiencia inmensa y un motivo para toda la vida, háganles una visita, porque son los mejores para ayudarles.