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El acusado niega la agresión, pero admite que la increpó. El suceso ocurrió en el hogar familiar el día 1
El Ministerio Fiscal solicitó ayer un año de prisión para un hombre acusado de agarrar del cuello a su mujer en el transcurso de una discusión en el hogar. En la trifulca, supuestamente, también la amenazó, por lo que el fiscal reclama otro año de cárcel.
El inculpado, cuyas iniciales son F. E., fue el primero en prestar declaración ante el titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla. A preguntas de la acusación pública, el investigado dio su versión de los hechos, que tuvieron lugar el pasado día 1.
El acusado y su esposa llevan nueve años casados y tienen dos hijos en común, según él mismo contó ante el juez. Aparte, ella tiene una hija de 18 años de una relación anterior.
Origen de la discusión
En la fecha antes mencionada, la pareja discutió. “Mi hija pedía un biberón y ella (su esposa) le dijo que no”, manifestó el investigado. “Luego llegó su hija de 18 años, le dijo si podía llevarla hasta donde el Lidl y la llevó”.
Al regresar, sobre las 22:00 horas, F. E. afirma que le reprochó que hubiera hecho caso a su hija mayor y no hubiese dado a la pequeña el biberón que ésta le pedía.
La discusión fue acalorándose y, según la versión del acusado, él le reprochó a ella que fumase en el salón, a lo que ella le hizo caso omiso. A preguntas del fiscal, negó que agrediera a su esposa. “Sólo le puse la mano en el pecho para que no entrara en el salón”, afirmó.
“Te vas a acordar”
La acusación pública mencionó una frase dirigida por el investigado hacia la supuesta víctima que constaba en el atestado policial: “De esto te vas a acordar”. F. E. admitió que lo dijo, pero que está “arrepentido” de ello. “Estaba muy nervioso”, recordó.
Para aclarar el asunto, el juez también le formuló algunas preguntas: “¿Por qué cree que ella le acusa de agresión?”. El inculpado respondió que su cónyuge le dijo: “Si te vas a vivir con tu madre, no te denuncio”. F. E. añadió que aceptó esa propuesta, siempre y cuando se llevara a sus dos hijos con él. “Bastante maltrato psicológico tienen ya”, le replicó a su esposa.
La mujer fue llamada a declarar, pero se acogió a su derecho a no hacerlo, algo permitido por la ley en caso de que haya parentesco entre denunciante y denunciado.
Testigo de la Policía
Así, entró en la sala para testificar uno de los agentes de la Policía Nacional que acudieron tras recibir una llamada avisando de un caso de maltrato.
“El varón estaba en su domicilio y la mujer estaba en la vivienda de una vecina”, evocó el policía. “Ella nos dijo que él la agarró del cuello y la empujó fuera de la casa”. Según este agente, tanto el hombre como la mujer estaban “muy acalorados”, pero su conducta “no era agresiva”.
Para calmar la situación, los agentes se llevaron al acusado a la cocina. “Se le veía bastante arrepentido”, consideró este testigo de la Policía Nacional.
Escrito de acusación
El Ministerio Fiscal reclamó al juez que condene a F. E. a un año de prisión por un delito de “maltrato ocasional” y a otro año más por “amenazas”.
En cambio, la abogada defensora solicitó la libre absolución de su cliente al no considerar probados los hechos que se le imputan. El abogado de la acusación particular, se adhirió a esta tesis. El juicio quedó visto para sentencia.