La delegada del INE en la ciudad aseguró que la muestra con la que se hace la EPA representa casi el 1% de la población y que los errores de muestreo de ciudades como Burgos o Huesca son mayores que aquí.
¿Quién hay detrás de los números de una estadística? Las cifras de los informes del Instituto Nacional de Estadística (INE) dan información sobre la ciudad, que a veces resulta sorprendente. Pero para conseguir esos datos es imprescindible realizar un trabajo en el que participan cientos de melillenses anónimos. Pilar Moreno lleva tres años al frente del Instituto Nacional de Estadística en Melilla y asegura que a pesar de que a veces el tamaño de la ciudad provoca que se produzcan algunos errores de muestreo, los informes de Melilla son tan fiables como los de cualquier otra ciudad de nuestro país. La responsable del INE en nuestra ciudad indica que los parámetros para realizar éstas encuestas están fijados desde los servicios centrales y que lo que se hace aquí es, entre otras cosas, tomar la muestra. Moreno apunta que por ejemplo, para calcular el Índice de Precios al Consumo (IPC), que indica si los productos son más o menos baratos mes a mes, se analiza el valor de 1.000 artículos en 300 establecimientos de la ciudad. Cada mes los comerciantes, de forma anónima, facilitan esta información al instituto y es a partir de ésta como se desarrolla luego la estadística. En el caso de la alimentación se hacen tres tomas de precios mensuales, porque se trata de productos en los que el coste es más variable. Moreno asegura que esta muestra es suficientemente significativa como para que los datos que se obtienen se identifiquen con la realidad. En el caso de la Encuesta de Población Activa (EPA) se entrevista a 270 familias cada trimestre. Moreno indica que la ciudad se divide en trece secciones y de cada una de ellas se escogen unas viviendas, cada familia participa en la encuesta durante seis semestres seguidos, aunque en cada nueva EPA se cambian los encuestados de alguna de las secciones. La delegada del INE en Melilla asegura que esto supone que en la EPA participan unas 750 personas, porque en cada vivienda suele vivir más de una, lo que supone casi un 1% de la población. Moreno insiste, así, en que la información que se extrae de esta encuesta en la ciudad es “fiable”. Además, respecto a la diferencia entre la tendencia general (la EPA siempre da una cifra de parados más elevada que los registros mensuales del SEPE a nivel nacional) y la de Melilla (los datos del desempleo son más bajos en la EPA). La delegada del INE señala que esto no significa que la encuesta sea menos fiable que en otros puntos. Además, recuerda que el SEPE y la EPA miden datos diferentes. No obstante, Moreno reconoce que al ser una población más pequeña esto provoca que haya más posibilidad de error, pero que esto también ocurre en otras ciudades como Burgos, Guadalajara o Huesca. Además, insiste en que el tamaño de la muestra, es decir, el número de personas que se encuesta, no se puede aumentar en cualquier momento, sino que tiene que haber un gran aumento de población. Por otra parte, la delegada del INE en Melilla asegura que las características de la población melillense no influyen de forma determinante en los resultados que se obtienen en las estadísticas. Así, apunta que el hecho de que haya un elevado porcentaje de la población que sea extranjera o las diferencias culturales, no son hechos que incidan de forma importante a la hora de hacer las encuestas. De hecho, Moreno afirma que hay otras zonas de España, como el Levante, en las que la gran cantidad de población extranjera que reside sí hace más complicada la realización de estadísticas, pero que aquí no es algo que afecte demasiado.