Unas pocas tiendas del Mercado Central de Abastos estaban abiertas ayer esperando la visita de los clientes
Nadie vendía fruta o pescado ayer en el Mercardo Central de Abastos. Tampoco era posible comprar pan ni especias en el rastro. Ni los comerciantes ambulantes ofrecían sus mercancías en el mercadillo al aire libre que hay en esta zona de la ciudad. Las calles del centro estaban ayer más vacías de lo habitual y decenas de tiendas tenían cerradas las persianas. No era festivo, pero Melilla estaba de celebración. La comunidad musulmana festejó el Aid El Fitr, la Pascua Chica. Con esta conmemoración se cerró los 30 días de ayuno que han superado los fieles melillenses que profesan el Islam. La paciencia y el aguante de los musulmanes en estos días sin poder tomar bebida ni alimentos durate el día merecían una celebración y una fiesta.
La imagen del rastro sin gente buscando dátiles y pasas, sin vendedores ambulantes por cada esquina y sin ofertas en los letreros de los comercios de alimentos contrasta con la que ha vivido hasta el pasado viernes. A diario, las calles del rastro se llenaban de personas que ofrecían pañuelos y chubaquía caseros y decenas de compradores buscaban en este barrio de la ciudad las especias para condimentar la jarera con la que su familia rompía el ayuno.
Ayer, en cambio, apenas circulaban algunos coches y la COA que realizaba su recorrido habitual. Ni un alma había en la calle y es que la comunidad musulmana celebró el Aid El Fitr en las casas de familiares y amigos. La tradición es visitar a todos los miembros de la familia y disfrutar de ricos manjares caseros en buena compañía.
Gran parte de los comerciantes del rastro y del mercado central de abastos son musulmanes y por ello, ayer esta zona de la ciudad no era la más apropiada para hacer la compra de la semana. En el mercado, tan sólo un par de tiendas de alimentación tenían abiertas sus puertas esperando a que alguien olvidara que era Aid El Fitr y se animara a visitar este centro para hacer sus compras.
También estaban cerradas las cafeterías de esta zona de Melilla. En los últimos días han sido lugares de encuentro para los musulmanes que deseaban echar una partida de dominó o parchís antes de irse a la cama a dormir. Para muchos, salir por la noche era la mejor opción porque durante el día hacía demasiado calor y no podían tomar ni un vaso de agua para combatir las altas temperaturas. Sin embargo, ayer no había nungún lugar donde echar una partida de juegos de mesa en el rastro.
Pero no sólo ese barrio estaba vacío de actividad. También se notó en el centro de Melilla que la comunidad musulmana estaba de fiesta. Comercios, tiendas de ropa y cafeterías tenían sus puertas cerradas por el Aid El Fitr. Esto sumado a que era sábado y que hacía buen día de playa provocó que el centro estuviera casi vacío.
Balance del mes de ayuno
El presidente de la Comunidad Islámica de Melilla, Driss Mohamed Amar, explicó ayer que han sido 16 horas y media de ayuno y las que restan del día, otras siete horas y media, se han destinado a entre romper el ayuno, al rezo colectivo en la mezquita y cenar un poco antes de irse a dormir. Indicó que no se ha podido descansar mucho en este mes de Ramadán porque no había tiempo para dormir, pues antes del amanecer había que levantarse para tomar alguna bebida y alimentos. “El balance de sueño son tres horas”, apuntó. “A pesar de que hubo pocas horas para dormir y apretó el calor, el ayuno se hace fácil con la ayuda de Dios”, afirmó.
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