Las azafatas de Melilla Monumental denuncian la "situación tercermundista" en la que trabajan

El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) ha denunciado la "situación tercermundista" en la que las azafatas de la Fundación 'Melilla Ciudad Monumental' trabajan día a día. De pie, a la intemperie, sin un sitio donde resguardarse –haga calor o frío, llueve o truene– y con un banco público como único lugar donde sentarse y poder descansar durante las siete horas que dura su jornada laboral. 

Carolina García Belmonte, delegada sindical y coordinadora de los servicios de Melilla Monumental, es una de las seis azafatas afectadas por esta situación. Su puesto de trabajo se encuentra en la Plaza de los Aljibes, en la calle, donde tiene que esperar de pie, durante siete horas, para atender a los turistas que pasen por allí.

Las azafatas carecen de ubicación física donde prestar sus servicios (se encuentran repartidas en distintos puntos de Melilla la Vieja) y están a la intemperie, expuestas al clima y sin un lugar de descanso más allá de los bancos públicos que hay en la zona. Tampoco les proporcionan los medios adecuados para ejercer su trabajo: una chaqueta roja fina y una camiseta de mangas cortas, no importa la temporada en la que estén trabajando.

Además, según ha denunciado CCOO, le deniegan "por escrito" el acceso a los museos y les obligan a permanecer fuera, en su puesto de trabajo, en la calle. El "único ofrecimiento" es que, si llueve, se resguarden bajo el techo de la entrada.

Una situación completamente distinta a la que, hasta hace un año, estas trabajadoras vivían. Desde 2011, explica García Belmonte, las azafatas se resguardaban en el Museo de las Peñuelas. No obstante, en febrero de 2023 les fue denegado el acceso sin una mera explicación por parte de la empresa. Desde entonces, las azafatas trabajan en unas condiciones "deplorables, indignantes y vergonzosas", ha denunciado.

"Llevo desde las diez de la mañana aquí sentada en este banco, porque si me canso es donde puede estar sentada. Es un banco de hierro, público, donde se pueda sentar cualquiera conmigo. Pero también me puedo sentar en las piedras", comenta la coordinadora visiblemente indignada señalando las piedras sobresalientes de las muros que rodean la plaza. Es ahí, dice, desde donde también tiene que trabajar con su ordenador portátil cuando su cargo lo requiere.

Por su parte, José Luis Tormo, secretario general de la Federación de Servicio a la Ciudadanía de Comisiones Obreras, ha indicado que tanto sindicato como azafatas han intentando en diversas ocasiones revertir la situación laboral de las trabajadoras, pero no ha habido predisposición de la Fundación 'Melilla Ciudad Monumental' y la empresa Salzillo. "Hacen caso omiso", ha afirmado. 

En el mes de abril de 2023, CCOO ya interpuso una denuncia a la Inspección de Trabajo, que requirió a la empresa que revirtiese la situación y proporcionase a las trabajadoras un servicio de aseo y un sitio de descanso. Ahora, según informa Tormo, ha sido requerido de nuevo; esta vez, asegura, la empresa podría enfrentar sanciones porque "vulneran por completo la Ley de Prevención". 

"Ahora esperamos que haya una sanción importante y que la Inspección de Trabajo tome medidas en esta situación tercermundista a la que están sometidos estos trabajadores", ha declarado. "No tienen absolutamente nada. Su trabajo es aquí; una jornada de 8 horas, mañana y tarde, en la que desarrollan su trabajo a la intemperie".

El sindicato desconoce el fin de la empresa ante esta "persecución" en la que lo único que hacen es quitar "derecho tras derecho" a las azafatas. A pesar de que también han mantenido reuniones con Francisco Díaz, presidente de Melilla Monumental, aseguran que la situación, por el momento, sigue sin resolverse.

Tras estas evasivas, aseguran que la única salida que queda es la vía judicial para que estas trabajadoras consigan desarrollar su jornada laboral en unas condiciones óptimas. Pero con el paso del tiempo, también "aumenta el grado de sanciones por los incumplimientos en materia de prevención de riesgos".

Por eso, los trabajadores y CCOO esperan que la sanción sea "lo suficientemente fuerte" como para que la empresa tome cartas en el asunto. "Sino iremos aumentando la presión", ha asegurado José Luis Tormo.