Imbroda pone en valor el trabajo de estudiantes de FP que ayudan en los traslados de los niños
Las asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPA) de los colegios León Solá y del Juan Caro están analizando si solicitar caminos escolares para que sus hijos puedan ir andando por rutas seguras a los centros educativos. Así lo destacó ayer el consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, en el inicio de las obras de otros dos caminos para alumnos diseñados para el colegio Reyes Católicos y para La Salle. Quevedo también argumentó que el colegio Anselmo Pardo ya ha decidido que apuesta por esta iniciativa y se está cerrando la documentación para luego sacar a licitación las rutas. Una de ellas sería desde el mercado de la Victoria y otra desde el barrio de Calvo Sotelo, apuntó. Caminos seguros para todos El consejero de Medio Ambiente resaltó que los proyectos de los colegios Enrique Soler e Hipódromo están casi terminados. Argumentó que los cambios producidos en las aceras y carreteras para hacer caminos seguros se están reformando infraestructuras para que sean más accesibles para el resto de la ciudadanía. En este sentido, puso de ejemplo el camino del Real al parque Juan Carlos I, que cuenta con pasos elevados para los alumnos del Enrique Soler, pero también para los vecinos de este barrio para los que esta ruta es más segura. Otro de los aspectos que destacó Quevedo es la proporción de colegios con estos caminos específicos para los escolares. Indicó que ya existen en un 25% del total de centros educativos y que hay interés en muchos más. Además, aseveró que están abiertos a que todos los colegios puedan tener estas rutas seguras para sus alumnos. El consejero de Medio Ambiente comentó que Melilla está a la cabeza de muchas ciudades por la cantidad de caminos y por las numerosas infraestructuras que se están adaptando y modificando. Asimismo, destacó el caso de la calle Álvaro de Bazán en las que no sólo han arreglado las aceras de una de las vías, sino las dos para que puedan beneficiarse los vecinos de estas medidas. Las ventajas de los caminos escolares también van para las familias, ya que no van a tener que desplazarse en coche hasta el centro educativo, causando atascos y contaminación. Es más, Quevedo indicó que los directores de los colegios están contentos porque los niños llegan más despiertos a las clases. Participación Por su parte, el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, estuvo en la presentación de este proyecto en el colegio Reyes Católicos. Destacó que son numerosas las actuaciones que tiene que realizar Medio Ambiente en las calles para convertir espacios públicos en caminos seguros, como la creación de orejetas, pasos elevados y algunos cambios en la señalización de las vías. No obstante, Imbroda hizo hincapié en que los caminos escolares cuentan con una novedad y es la ayuda de los alumnos de ciclo de grado Superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas (TAFAD) de Formación Profesional. Son estudiantes en prácticas que acompañan a los escolares a los centros educativos, de forma voluntaria, pero dando más seguridad a las familias. Otro de los aspectos que destacó el presidente de la Ciudad es que se trata de un proyecto participativo. Aseveró que cuando se habla de democracia se pude poner de ejemplo cómo se inicia la creación de los caminos escolares. En primer lugar, la delegación en Melilla de la Dirección General de Tráfico realiza una encuesta a los padres para ver si tienen interés en esta actuación y para consultar con ellos cuáles son los itinerarios más seguros. Si se cuenta con el apoyo de los padres, se inicia el trabajo de la Dirección Provincial de Educación y de Medio Ambiente. Además, las asociaciones de padres eligen las rutas y acuerdan entre todos las modificaciones en la vía pública. Los datos específicos El consejero de Medio Ambiente explicó que la inversión en los caminos escolares del Reyes Católicos y de La Salle es de 324.388 euros, siendo el precio de licitación de 474.300 euros. Se trata de una iniciativa cofinanciada con Fondos Feder en un 80% y el restante lo aporta la Ciudad. El proyecto incluye pasos elevados, orejetas en los cruces con barandilla de seguridad para el peatón, reductores de velocidad de goma para calmar el tráfico, huellas de color para indicar el camino a los escolares y nueva señalización vertical y horizontal para los conductores.