El equipo azulino sigue sin conocer la derrota a pesar de haberse medido a tres serios aspirantes para disputar el play off.
Eso de que “no invitaría a un equipo como la UD Melilla a mi torneo de Navidad” va a resultar una gran verdad. Josu Uribe lo dijo en la previa del duelo que su equipo tenía que afrontar en la Nueva Condomina ante a un rival que aspira a metas mayores que la “simple” disputa del playoff de ascenso y, visto lo visto, razón y argumentos no le faltan.
En su primera comparecencia ante la prensa deportiva melillense dejó muy claro cuál sería el ADN de su equipo: Físico, comprometido y competitivo. “Yo vengo para ganar. Intentaré tener un equipo que tanto en el aspecto físico como en el competitivo estén a un buen nivel y a partir de ahí sacar el mayor rendimiento a la plantilla. Lo que sí es ineludible conmigo es el trabajo y el compromiso, eso es innegociable”, manifestó el norteño.
Es pronto aún para ver que nos depara la presente temporada. Las rachas vienen y van, pero lo que sí está dejando entrever este inicio de campeonato es que no hay un equipo que destaque sobremanera sobre el resto. Ni siquiera el Marbella, que cuenta sus comparecencias por victorias (cinco de cinco) tiene en su plantilla a algún “galáctico”. El Cartagena tampoco, ni el Villanovense ni el Jaén ni...por supuesto la UD Melilla. Son equipos que cuentan en sus filas con buenos futbolistas de la categoría y, a partir de ahí, la competición pondrá a cada uno en su sitio.
Lo que sí está demostrando el conjunto norteafricano en este arranque de curso es su homogeneidad y sobriedad a la hora de defender. La solidaridad, el compromiso y las ganas de no caerse del once titular o de entrar en él se ha convertido en la gasolina de un equipo que va como una moto a pesar de que esto no ha hecho más que empezar. Ahora solo cabe esperar a que la gestión del combustible sea la adecuada para que cuando llegue el mes de abril la cosa siga igual. Sería lo ideal.
Desde los primeros instantes del duelo frente al Real Murcia la escuadra azulina dejó claro que su visita al “Templo” grana no iba a ser turística. El conjunto unionista tuvo controlado en todo momento al cuadro pimentonero al que de nada le sirvió las dos sesiones a puerta cerrada que llevó a cabo a lo largo de la semana con la idea de superar el entramado defensivo unionista. El Murcia no creó ni una sola ocasión clara de gol, el único recurso que pudo utilizar y de manera tímida fue el tiro de media distancia. Dani Barrio fue un mero espectador. Tampoco se prodigó el Melilla en ataque, por lo que el debutante Ximo Ballester no le fue a la zaga al cancerbero visitante.
El segundo tiempo fue otra cosa. El Melilla supo sufrir para neutralizar la ofensiva grana. Dani Barrio tuvo que emplearse a fondo en un par de ocasiones para mantener la igualada en el electrónico hasta que, por tercera jornada consecutiva, el rival se quedaba con un hombre menos. A partir de ahí el control fue de nuevo para los de Uribe, quienes supieron leer el partido a la perfección y aprovechar las dimensiones del terreno de juego de la Nueva Condomina.