En los últimos seis meses la ONG Melilla Acoge ha impartido charlas a diferentes colectivos profesionales para convertirles en agentes anti rumores.
Los responsables del proyecto explican hoy a los lectores de El Faro cómo la preocupación ante la conversión de ciertos rumores en creencias establecidas en la sociedad melillense les llevó a idear este proyecto. Y es que los rumores se combaten con información.
Algunas de esas ideas establecidas, como que los inmigrantes acogidos en el CETI cobran una paga mensual, que los menores extranjeros no acompañados (mena) son delincuentes o que la comunidad musulmana ‘esconde’ a sus familiares con discapacidad, parecen más una broma de mal gusto que asumir que se han convertido en realidad en el imaginario colectivo.
Así pues, ahora es labor de esos agentes anti rumores de explicar a esas personas que están equivocados. Porque repetirse a uno mismo y a los demás hasta la saciedad que los niños del CETI (otro ejemplo) reciben más ayudas escolares que el resto no lo convierte en realidad ni conduce a nada.
Los efectos de la rumorología no solamente se circunscriben al ámbito de la inmigración sino en todos los ámbitos.
Las semanas de incertidumbre y dimes y diretes en el ámbito político, por la demora en la constitución de la Asamblea tras las elecciones, también corren el riesgo de convertirse en realidad. Esto, al igual que ha hecho Melilla Acoge en su ámbito de actuación, solamente se combate con información. Y hasta ahora, por parte de los grupos de la oposición no han querido o sabido explicar bien qué es lo que están debatiendo y/o decidiendo. Tres reuniones sin ninguna conclusión clara y mucho menos definitiva. Ahora, a contrarreloj, a estudiar una hoja de ruta a seguir en dos escenarios: Un gobierno formado por cuatro partidos políticos (sin líder conocido ni definido) o una oposición con directrices conjuntas.
Entre reunión y reunión, el silencio absoluto. Ninguno de los representantes de los partidos de la oposición suelta prenda, como se dice comúnmente, algo que choca con esa transparencia que quieren abanderar y que más que prudencia y discreción deja un sabor a ocultismo que lo único que consigue es seguir alimentando la rumorología y, a medida que pasa el tiempo, la desconfianza.
Hoy, el representante de Ciudadanos tiene prevista una rueda de prensa para explicar la postura de su partido de cara a la investidura del próximo viernes. Veremos a ver si de verdad aclara el panorama o resulta que, al final, lo que tenga que decir, como en estas semanas el resto de partidos, será “más de lo mismo”.