La consejera de Bienestar Social anunció que también se harán obras en las instalaciones
La consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, aseguró ayer que aumentarán la vigilancia en el centro de acogida de menores no acompañados (menas) de La Purísima. Garbín anunció, además, que también está previsto realizar algunas obras de mejora en las instalaciones para impedir a los niños que se escapen. También apuesta por un aumento de la plantilla de cuidadores. La responsable de Bienestar Social lamentó que en los últimos tiempos se han visto obligados a invertir dinero en poner más medidas para mantener a los menores en el centro porque ha cambiado el perfil de los acogidos. Garbín señaló que los menas que han llegado en los últimos meses son más agresivos y lamentó que algunos no pasan ni 24 horas en las instalaciones.
La responsable del área de Bienestar Social reconoció que hechos como el rescate de varios menas este domingo “peligrosos y preocupantes”. Garbín señaló que están buscando fórmulas para evitar que se produzcan estas situaciones, que suponen un riesgo para la vida de estos niños. Hay que recordar que este fin de semana los Bomberos tuvieron que acudir al Puerto para rescatar a varios jóvenes que se habían escondido en la batea de un camión de chatarra con la intención de colarse en un barco como polizones y llegar a la península. La Guardia Civil detectó a éstos, pero estaban atrapados entre la chatarra y tuvieron que pedir ayuda a los Bomberos para poder sacarlos.
Gran labor de la Policía
La responsable del área de Bienestar Social resaltó la importancia de la labor que realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y señaló que se trata de una situación muy complicada de controlar. “El único objetivo de estos menores es irse a la península. Creen que allí van a encontrar algo mejor”, recalcó la consejera.
Garbín indicó que además del aumento de vigilancia y las obras en La Purísima, también se están estudiando otras medidas en colaboración con la Delegación del Gobierno. No obstante, la consejera no quiso adelantar cuáles serán estas acciones.
En cualquier caso, la responsable del área de Bienestar Social insistió, como ya ha hecho en otras ocasiones, en que la única solución al problema de los menas es que se aplique el convenio de devolución firmado con Marruecos. “La única forma de acabar con esta situación es que los menores sean devueltos al país vecino”, apostilló.
Devolución a Marruecos
La consejera de Bienestar Social indicó que lo ideal sería que los niños extranjeros que entran de forma irregular en Melilla pudieran regresar a Marruecos y que allí una ONG “solvente” pudiera trabajar con ellos y con sus familias en colaboración con los gobiernos español y marroquí. Garbín insistió en que estos niños no quieren estar en Melilla ni adaptarse al sistema. “No quieren quedarse en el centro, ni entrar en el sistema educativo. La única solución es que sean devueltos a Marruecos y trabajar allí con ellos. En esa línea van encaminados todos nuestros esfuerzos”, apostilló.
Garbín recalcó que quieren evitar que vuelvan a producirse situaciones tan peligrosas para los menores como la de este domingo y aseguró que ayer mismo mantuvieron las primeras reuniones para buscar vías con las que mejorar la situación y evitar que los niños se escapen, aunque reconoció que se trata de un tema muy complejo.
Hay que recordar que la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) denunció este martes la falta de coordinación de las administraciones para controlar a los menores y advirtió del peligro que supone que los niños intenten colarse en los barcos como polizones.