El control sobre la inmigración ilegal procedente de Mauritania y Senegal ha reducido la entrada de inmigrantes en Europa desde Canarias, pero ha derivado hacia el Norte de Marruecos el flujo de personas que intentan acceder ilegalmente al continente a través de Melilla y Ceuta.
El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, destacó ayer que la cooperación española con Mauritania y Senegal ha permitido establecer un sistema de comunicaciones seguras, de manera que se ha pasado de tener “miles de inmigrantes” en las islas Canarias a que se reduzcan “prácticamente a la nada”.
La colaboración con estos países de África Occidental ha sido “imprescindible” en el Atlántico, en el marco de la operación Hera, que está centrada en la inmigración irregular que llega a Canarias, afirmó. Durante la presentación en Málaga de los medios que participarán en la operación Indalo contra los tráficos ilícitos en el litoral comprendido entre Murcia y Algeciras (Cádiz), Fernández de Mesa manifestó que la cooperación con Marruecos y Argelia “no sólo es imprescindible, sino necesaria para llevar a buen puerto” la actuación.
Operación Indalo
La operación Indalo, que coordina la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) y se desarrollará hasta el próximo 31 de octubre, surgió como respuesta al “drama humano que es la inmigración”, señaló. Aunque el objetivo principal de la vigilancia de las costas es evitar la entrada irregular de inmigrantes, se controla “todo lo que pueda venir”, como drogas, armamento “o incluso, desgraciadamente, yihadistas”, según el director de la Guardia Civil.
El general de brigada Juan Luis Pérez Martín, máximo responsable de la Jefatura Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil, destacó el esfuerzo que realiza España para combatir la inmigración irregular, para lo que se intenta actuar en los países de origen, de tránsito y de destino de los inmigrantes.
Recordó que en 2006 España tuvo “un problema como el que está teniendo la costa italiana” y se consiguió frenar esa inmigración, lo que “no quiere decir que no haya”, precisó.
En cuanto a la operación Indalo, que comenzó ayer, indicó que, aunque el propósito principal es la lucha contra la inmigración irregular, también se detectan otros tráficos como droga, pesca ilegal o contaminación. Cuatro buques oceánicos (uno de la Guardia Civil) y cinco aviones (uno del instituto armado) forman parte del dispositivo, que abarca julio y agosto, los meses con mayor tráfico de inmigrantes en el mar de Alborán. El pasado año, la operación se saldó con 4.114 inmigrantes rescatados, dos de ellos fallecidos.